Almeyda y la amargura

<b>El DT de River lamentó no cerrar un partido “que teníamos ganado”. Y apuntó: “Nunca festejé empates”.</b>

Amargura. Con ese sentimiento se fue ayer Matías Almeyda del Monumental , después de que Boca le empatara el Superclásico a su equipo en la última jugada.

“Cuando el árbitro (Pablo Lunati) marcó tres minutos más fuimos al ataque. En el contragolpe no marcamos bien y por eso la amargura, porque no lo supimos cerrar”, expresó Almeyda en rueda de prensa.

“River hizo un muy bien primer tiempo, en donde Boca casi no pisó el área. En la segunda parte ellos se vinieron, pero nosotros metimos el segundo y luego no lo supimos cerrar. Hay jugadores que eso lo entienden, y otros que no lo van a entender nunca.”, apuntó Almeyda.

Además de la igualdad sobre la hora, River sufrió las bajas del defensor Ramiro Funes Mori y del volante Martín Aguirre antes de los 15 minutos del primer tiempo por lesión. Ambos tendrían comprometidos los ligamentos de la rodilla izquierda.

“No es normal que en 13 minutos se te rompan dos jugadores por problemas en los ligamentos cruzados. Me quedaba un cambio y fuimos viendo cómo estaban todos. Pezzella se nos desmayaba, Bottinelli estaba acalambrado. A medida que corrían los minutos, vi que Mora se agarraba la pierna dos veces, pensé que en los últimos minutos Boca iba a atacar por arriba, y me incliné porque saliera Mora por una cuestión de ganar altura, explicó.

Acerca de la jugada que derivó en el gol de Erviti, el entrenador consideró: “Hay méritos de Boca y errores de River. Cuando quedaba un minuto y medio quisimos llegar al tercer gol, nos agarraron de contra y por ahí no marcamos bien. Por eso la amargura, por haber querido ir a cerrarlo cuando tendríamos que haber tenido la pelota y no arriesgar”. Y agregó: ”Creo que se nos fue un gran triunfo, que necesitábamos todos los hinchas de River, por el momento, porque necesitábamos ganarle a Boca después de habernos ido a la B.”

Por último, afirmó que a diferencia de los jugadores de Boca, nunca festejó “un empate” y remarcó la bronca que le produjo el resultado porque River tenía el partido “prácticamente controlado”.

Y finalizó diciendo: “No nos fuimos derrotados, nos vamos empatados. Personalmente me voy con amargura porque estaba cerrado”.


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