Alonso, a lo Schumacher
Fernando Alonso dio ayer otro paso hacia su consagración en la Fórmula 1, al lograr en el Gran Premio de Malasia la segunda victoria de su campaña y convertirse en el primer español en liderar el Mundial más importante del automovilismo. Alonso ya había advertido que era “lógico” que fuera considerado como favorito, y no decepcionó. Al comando de su Renault primero conquistó su cuarta “pole position”, y después dominó de principio a fin en la prueba, “al estilo Schumacher”. El alemán y su equipo Ferrari fueron la otra cara de la moneda. Schumacher terminó séptimo después de partir duodécimo. La prueba de Alonso fue perfecta, y sólo el defecto en el sistema de bebida de su auto estuvo a punto de dejarlo fuera de pelea bajo las infernales condiciones del circuito de Sepang, con 37 grados y casi 60 por ciento de humedad. Alonso llegó con lo justo. “Casi lo pasé peor en el podio que en la prueba”, afirmó. Con Alonso en lo más alto, los puestos de privilegio fueron de lo más inusual. El italiano Jarno Trulli, segundo, dio a Toyota su primer podio, mientras que el alemán Nick Heidfeld obtuvo una pequeña victoria personal y para Williams-BMW. El español se vio también favorecido por el desarrollo de la prueba a sus espaldas. Su compañero Giancarlo Fisichella, ganador en Australia, quedó afuera después de un toque con el australiano Mark Webber, de Williams-BMW. El finés Kimi Raikkonen rompió un neumático cuando apuntaba al segundo lugar con su McLaren-Mercedes Benz y se quedó fuera de los puntos. El brasileño Rubens Barrichello, segundo en Melbourne, abandonó con las ruedas de su Ferrari desgastadas. Y el único de los “grandes” que cumplió en Sepang fue el colombiano Juan P. Montoya. Alonso, Renault y compañía tendrán otra oportunidad de demostrar su capacidad en el Gran Premio de Bahrein, el tercero del Mundial. Para entonces tendrán que volver a contar con Ferrari, que adelantará a la prueba del desierto el estreno del F2005 ante el visible fracaso de la evolución del bólido de 2004. “Ni tristeza ni alegría, es un resultado que tenemos que asumir. No se termina el mun-do”, explicó un resignado Schumacher. (DPA y AR)
Comentarios