Alternativa invernal con alta energía

Luego de un viaje técnico a Nueva Zelanda en 2017, en el que se recorrieron establecimientos ganaderos, ingenieros agrónomos de Centro PyME-ADENEU, de INTA, del Programa Ganadero de Río Negro y productores, conocieron la implementación del cultivo de remolacha forrajera y su uso para alimentar rumiantes.
En 2020 comenzó la ejecución de un proyecto presentado por Centro PyME-ADENEU e INTA ante el Consejo Federal de Ciencia y Tecnología (COFECyT), que involucra a establecimientos ganaderos de Neuquén y Rio Negro. En la localidad neuquina de Añelo se lleva adelante el cultivo de remolacha forrajera, en el marco de esta iniciativa y actualmente se transita la etapa de pastoreo.
La transferencia de conocimientos y aplicación del paquete tecnológico ha sido a través de los investigadores de la Universidad de Lincoln (Nueva Zelanda), con el apoyo de KWS Chile, la empresa que comercializa las semillas.
En Neuquén, la primera experiencia se realizó en Junín de los Andes en 2017, donde se determinó que el cultivo se podía llevar adelante en zonas frías bajo riego. Las dos experiencias siguientes se realizaron en Añelo, en el establecimiento de la empresa “Bio Patagonia”.

Mariana Hafford, referente de ganadería de Centro PyME-ADENEU explicó que “la remolacha forrajera bajo riego es un cultivo de alto rendimiento, obteniéndose valores aproximados a 30 toneladas de materia seca por hectárea. En cuanto a energía los valores varían entre 2,8 a 3,2 Mega Calorías de Energía Metabolizable/Kg de materia seca”.
“El aporte más importante de energía lo da la raíz y las hojas generan un aporte proteico” comentó Hafford.
El pastoreo se realiza mediante avance frontal restringido con alambrado eléctrico, para que los animales vayan comiendo por franjas logrando un aprovechamiento del 95 por ciento del cultivo. La utilización de la remolacha forrajera requiere un acostumbramiento previo para que los animales aprendan a consumirla y acostumbren el rumen.
El ciclo productivo se desarrolla entre octubre y abril/mayo, realizándose el consumo en pleno invierno, donde la disponibilidad de alimentos está más restringida.
“La experiencia actual en Añelo es sobre terneras para reposición de un rodeo de cría, aunque la utilización usual es para terminación de gordos. Las terneras hicieron un acostumbramiento previo de una semana y ahora están pastoreando en forma directa con el acompañamiento de heno de alfalfa”, detalló Hafford.
Se prevé aumentar la superficie destinada a este prometedor cultivo para la producción de carne, en sistemas bajo riego.