Alumnos que también son investigadores

El estudio de los chicos asegura que el 73,4% de los casos tuvo como posible fuente de contagio lugares de recreación hídrica.

ROCA (AR).- Se pusieron las pilas, investigaron, juntaron datos, los analizaron con ayuda de profesionales, sacaron conclusiones y lograron lo que pocos a los 16 años: ser escuchados por las autoridades para emprender juntos el camino de la prevención de enfermedades. Es la historia de los 25 chicos de cuarto año de la Escuela del Sur de Roca, que a partir de un profundo estudio científico consiguieron precisiones sobre la incidencia de los cursos de agua que se extienden a lo largo de la ciudad en el brote de meningitis que afectó a decenas de personas el último verano. El informe, presentado primero en la Feria Provincial de Ciencias y elevado formalmente ayer al municipio, cuenta con dos ejes troncales: la toma de muestras de agua en 14 puntos diferentes del ejido roquense y encuestas al 21,6% de los afectados por el virus entre noviembre del 2005 y abril del 2006 (180 personas entre 830).

El cruce de informaciones obtenidas a lo largo de un año arrojó conclusiones reveladoras, por caso que el 73,4% de los casos tuvo como posible fuente de contagio a lugares de recreación hídrica, mientras que el 26,6% fue por contacto personal. Ese 73,4% de encuestados que admitieron que previamente habían estado refrescándose en lugares no habilitados (en su gran mayoría chicos y jóvenes) se conformó de la siguiente manera: el 28,2% lo había hecho en canales secundarios, el 18,61% en piletas, el 11,7% en el canal principal, el 9,04% en el río Negro y el 5,85% en el balneario Apycar.

Si faltaba algo para confirmar las sospechas, los análisis de las muestras de agua que obtuvieron los chicos del canal y de los canalitos secundarios confirmaron un alto contenido en Escherichia coli y la presencia de Enterococos y Pseudomonas spp, es decir bacterias contaminantes.

Una de las claves del éxito de los alumnos de la Escuela del Sur fue haber recurrido a profesionales con amplia experiencia para avalar sus conclusiones.

Así fue como consiguieron los informes oficiales sobre el brote de meningitis de parte del epidemiólogo de Salud Pública Juan Cruz Astelarra y realizaron los análisis en el laboratorio del Sanatorio Juan XXIII, guiados por Enrique y Marta Raimondo. La coordinación de la investigación estuvo a cargo del ingeniero y profesor de Química del colegio, Omar González.

Sin embargo, los chicos no se quedaron conformes con esa colaboración de los mayores y fueron por más. Convencidos de que este verano puede suceder lo mismo con el virus que causó los cuadros de meningitis, o bien presentarse otra epidemia, la puerta que golpearon fue la del municipio, para alcanzar tres objetivos: informar a la comunidad sobre el riesgo de contaminación bacteriológica de las aguas recreativas, desarrollar acciones preventivas en la sociedad local y advertir que otras localidades pueden sufrir brotes similares.

Y la comuna dio los primeros pasos que esperaban. La elaboración de un tríptico en el que se explica el sentido de la investigación (denominada «El río… ¿fuente de vida?), además de aportar información preventiva para la comunidad, fue una clara señal.

Los adolescentes esperan ahora que se complete un programa que facilite la llegada a los balnearios de los chicos de barrios alejados, para evitar que sigan afrontando los riesgos de bañarse en el Canalito u otros cursos de agua eventualmente contaminados.


Adherido a los criterios de
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales
<span>Adherido a los criterios de <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscribite desde $599 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora