Amenaza de bomba en una discoteca de Bariloche

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Un llamado telefónico anunciando el estallido de una bomba en una discoteca céntrica puso en marcha la evacuación de 4 mil jóvenes, en su mayoría estudiantes en viaje de egresados, y de las decenas de turistas que se alojaban en un hotel aledaño. «A las 2 y media va a estallar una bomba en Genux». La amenaza o anuncio fue realizado a la 1.45 de ayer al teléfono de la discoteca, y reiterado a la delegación local de la Policía Federal, y aunque estaba dirigido de manera específica a ese local de diversión, los responsables del complejo también decidieron evacuar las discotecas «Cerebro» y «Rocket», por ser colindantes, y el hotel ubicado sobre una de ellas.

Ante la primera contingencia de este tipo los mecanismos de evacuación funcionaron de manera aceptable y en poco más de 4 minutos los edificios fueron completamente evacuados para permitir la inspección de los bomberos expertos en explosivos. Sin embargo, los contratiempos para los damnificados fueron mayúsculos, porque a esa hora llovía, la temperatura apenas rondaba los 2 grados, con una sensación térmica de bajo cero, y el minucioso registro de las instalaciones demandó al menos 90 minutos.

Los jóvenes debieron soportar esos rigores con la misma ropa con la que estaban bailando, porque no pudieron retirar las camperas y prendas de abrigo que habían dejado en el guardarropa. Además, un gran porcentaje de los asistentes ya no pudo regresar a las pistas luego de recuperar sus efectos personales, y perdió una noche de discoteca que muchos ya no podrán recuperar porque partieron ayer por la mañana.

Desde Buenos Aires, el director de Seguridad del municipio, Roberto Molina, elogió el funcionamiento de los mecanismos de evacuación, «producto de los cursos que tomó el personal», y opinó que el llamado amenazante obedecía a que «quieren crear un clima de inseguridad para perjudicar el éxito turístico de Bariloche. No se me ocurre otro motivo, salvo el de averiguar si estamos preparados para una emergencia», dijo Molina.

El dueño de los establecimientos, Ricardo «Pochi» Rimoldi, por su parte, mencionó que el suceso les acarreaba «dos tipos de perjuicios: el mediático y el comercial», y lamentó que algunos egresados no pudieran reingresar a las discotecas luego de la falsa alarma. Atribuyó el llamado a una broma de mal gusto, pero al mismo tiempo aclaró que «de gracioso no tuvo nada, porque sacar a la calle a 4 mil chicos, exponerlos a la lluvia y cortar el tráfico no es ninguna broma».