Amenaza de «guerra total» en el gobierno brasileño

Brasilia.- Una acosada figura de la política brasileña atacó con dureza al presidente Fernando Henrique Cardoso con amenazas de revelar actos de corrupción en el gobierno, encendiendo una mecha que podría afectar al mandatario o acabar con quien ahora es su adversario.

El senador Antonio Carlos Magalhaes, de 73 años, quien el viernes observó como dos de sus aliados fueron destituidos como ministros apenas pocos días después de que él mismo fuera reemplazado como presidente del Senado, respondió acusando a Cardoso, su ex aliado, de proteger a funcionarios corruptos en el gobierno.

«Hablaré de privatizaciones, de la mucha gente que el presidente dijo que eran pillos, pero que estaban en el gobierno… denunciaré la corrupción. FH (Cardoso) fue tolerante con la corrupción y denunciaré eso», dijo ayer.

La oficina del presidente indicó que no habría respuesta a las declaraciones de Magalhaes , mientras que el enojado político dijo que podría hacer sus revelaciones durante un encuentro con su derechista Partido del Frente Liberal (PFL) el 8 de marzo.

El presidente brasileño prepara una reforma al gabinete para dar comienzo a lo que llamó «nueva fase del gobierno».

«En su nuevo gabinete, el presidente dará espacio político a todos los partidos aliados que demuestren lealtad y que recomienden personas competentes», anunció ayer el vocero Arthur Virgilio.

El anuncio de Virgilio fue interpretado como un recado directo al PFL, que deberá definir su participación en el gobierno tras la ruptura con Magalhaes.

La columnista de Globo, Tereza Cruvinel, pronosticó tiempos difíciles para el presidente y su gobierno, después que el hombre considerado como el político más influyente de Brasil pase a la oposición.

«El presidente hizo lo que tenía que hacer, pero ahora le esperan tiempos difíciles. La oposición adquiere un peso pesado que abrió fuego», dijo.

Pero otros diarios y analistas dijeron que todo en este duelo personal depende de si Magalhaes tiene realmente pruebas de sus denuncias. Si no las tiene, señalan, su vida política podría acabar pronto.

Magalhaes, quien fue presidente del Senado desde 1997 hasta la semana pasada, ha estado en la política durante varias décadas. En el Senado, Magalhaes fue probablemente el más poderoso aliado de Cardoso y ayudó a su reelección en 1998. Todavía tiene enorme apoyo en su nativo estado de Bahía.

Pero en los últimos meses, el camino del poderoso caudillo político ha estado plagado de derrota y el PFL había perdido respaldo popular, lo que llevó a Cardoso a rediseñar sus pilares legislativos. Como resultado de ello, la coalición gobernante desairó al PFL la semana pasada al escoger al adversario político de Magalhaes, Jader Barbalho, del Partido Democrático Brasileño (PMDB) como titular del Senado.

Poco después, Magalhaes respondió al desaire diciendo a los fiscales cómo obtener evidencia en una investigación por corrupción que involucra al ex secretario general de la presidencia, Eduardo Jorge.

El político dejó en claro que el caso podría afectar al mismo presidente de Brasil. Un día después de la » puñalada a la espalda», Cardoso despidió al ministro de Energía y Minas, Rodolpho Tourinho, y al de Seguridad Social, Waldeck Ornelas, aliados de Magalhaes en el PFL.

Y la tormenta política parece apenas estar comenzando. Una de las opciones que estudia Cardoso es ofrecer cargos ministeriales a líderes del PFL críticos de Magalhaes, a cambio de que aíslen al poderoso político. (EFE/ Reuters)