AMIA: Ribelli acusó a Menem por 'pista policial'
"Hubo una orden secreta que partió desde Olivos", se afirmó.
La defensa del ex comisario bonaerense Juan José Ribelli, uno de los principales imputados por el atentado contra la AMIA, acusó ayer al ex presidente Carlos Menem de instruir una orden secreta para establecer la «pista policial» en el hecho y trazó un paralelo entre el proceso que se le sigue a su cliente con el que condenó a Jesucristo.
En el primero de los tres días de su alegato ante el Tribunal Oral Federal 3, el abogado José Manuel Ubeira aseguró que la causa «es una verdadera patraña» y acusó de cometer «prevaricato» -dictar fallos contrarios a derecho- al juez federal Juan José Galeano, quien fue separado de la investigación por la Cámara Federal porteña, por supuesta falta de imparcialidad.
Con durísimas críticas a la década menemista, a la justicia de los '90 armada en una «gastronómica servilleta» y, por supuesto, al juez federal Juan José Galeano y los fiscales del caso, Eamon Mullen y José Barbaccia, el abogado José Manuel Ubeira inició su alegato final ante el Tribunal Oral Federal 3.
«Hubo una orden secreta que partió de la quinta de Olivos» el 25 de julio de 1994 -siete días después del atentado-, cuando Galeano fue hasta allí apenas llegado de entrevistar un arrepentido e Venezuela, para contarle lo ocurrido al entonces presidente Menem.
«Esa verdad oficial que elaboró el Estado a través de todos sus poderes surgió de esa reunión, a la que Galeano entró diciendo que nos íbamos a caer de espaldas y cuando salió de la Quinta todo se diluyó», recordó el abogado.
A partir de allí, sostuvo, se dejó de lado la parte de la pesquisa que apuntaba a la Embajada de Irán y se orientó hacia Telleldín y «consecuentemente Ribelli». «El juez fue un esclavo del poder político, cambió por instrucciones recibidas de sus más altos responsables», aseguró.
La orden secreta «partió de la Quinta de Olivos, ahí estaba la mente malvada a la que siempre aludió el juez Galeano», aseguró el abogado tras afirmar que su cliente acusado de partícipe necesario del ataque «siente compasión y comprensión por los familiares de los muertos». Y recordó que el entonces titular de la SIDE Hugo Anzorreguy declaró en el juicio oral que Menem había puesto todo a su disposición para «destrabar la causa AMIA». «Destrabar era pagar 400 mil dólares para que Telleldín acusara a Ribelli», aseguró y llamó a los jueces del Tribunal, Gerardo Larrambebere, Miguel Pons y Guillermo Gordo a seguir «la ruta del di
nero a la inversa».
«Si el secretario de la SIDE le pagó a uno de los imputados, quién le dio la orden de liberar el dinero?», se preguntó y se respondió: «el jefe del secretario de la SIDE, que no es otro que el Presidente de la República».
Además, consideró que Galeano -ya separado del caso- fue el «ejecutor» de un «plan maestro» concebido por el poder político para encontrar culpables del atentado, algo que le valió a Ribelli ocho años de prisión preventiva injustos.
«Anzorreguy dijo que hizo todo según instrucciones del juez. No le creemos, fue exactamente todo lo contrario, hubo un plan director, maestro, del que el juez fue pleno ejecutor, las ideas vinieron del propio poder político», aseguró.
A esta altura, incorporó a su alegato al entonces ministro del Interior Carlos Corach y a la fallecida camarista Luisa Riva Aramayo, amiga personal del ex funcionario menemista.
Primero lamentó no haber tenido a Corach como testigo en el juicio oral -el tribunal no accedió a citarlo- y después afirmó que el ex ministro y Riva Aramayo «pergeñaron e instrumentaron la historia oficial», con «control» del entonces presidente Menem.
Riva Aramayo entrevistó en la cárcel a Telleldín poco antes de la declaración donde el reducidor de autos vinculó en julio de 1996 a los entonces policías bonaerenses con el atentado: afirmó que ellos se llevaron de su casa la camioneta que se usó como cochebomba.
El alegato del defensor se extenderá por lo menos dos días y finalizará con el pedido de absolución de Ribelli.
(DyN/Télam)
La defensa del ex comisario bonaerense Juan José Ribelli, uno de los principales imputados por el atentado contra la AMIA, acusó ayer al ex presidente Carlos Menem de instruir una orden secreta para establecer la "pista policial" en el hecho y trazó un paralelo entre el proceso que se le sigue a su cliente con el que condenó a Jesucristo.
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