Análisis: El poder y las dudas que dejan los votos

RÍO NEGRO

La elección interna realizada por el partido Justicialista rionegrino el domingo era muy necesaria.

El sector padeció la migración de dirigentes hacia los anteriores gobiernos radicales, la muerte de su gobernador y de quien luego fue designado vice, se vio convertido en incómoda “dama de compañía” de un Poder Ejecutivo al que accedió por los votos después de 28 años de derrotas. Era un escenario demasiado confuso para vivirlo sin revalidar títulos y liderazgos.

De los resultados pueden obtenerse varias lecturas respecto de qué puede esperarse del futuro.

• El gran ganador de esta compulsa interna es Miguel Pichetto. Se confirma como referente partidario indiscutido.

La pregunta es ¿puede este resultado interno trasladarse a lo que sucedería si el senador se presentara como candidato a gobernador?

La matemática suele estar reñida con la política. Y varias encuestas han señalado en los últimos años que Pichetto es reconocido como dirigente del PJ y como gestor de obras y medidas nacionales. Pero la intención de voto para gobernador puede arrojar diferencias. En todo caso, deberá trabajar sobre eso si apuesta a lograr su sueño de llegar a la Casa de Gobierno.

• El gran perdedor es Pedro Pesatti. Desde 2011, el viedmense creció en poder de la mano de Alberto Weretilneck, hasta llegar a presidir el bloque de legisladores del Frente para la Victoria y, recientemente, fue elegido vicegobernador.

El resultado del domingo lo ubica en un lugar incómodo. La militancia de su partido acaba de decirle que no está conforme con su alineamiento junto al gobernador, del Frente Grande.

• El secretario General de la Gobernación, Matías Rulli, ha hecho una lectura provocativa de los comicios: “Tenemos el 40%, y Pichetto y Soria se reparten el otro 60%”, dijo.

Simplificó las cosas y, se sabe, toda simplificación es parcial. En principio, el resultado en Bariloche obligaría a sumar, entre los ganadores, a María Eugenia Martini. Triunfó en la ciudad más importante de la provincia, y eso permite que se pare junto a Pichetto y a Soria en una condición de paridad.

Aun con ésta y otras consideraciones, Rulli planteó una de las incógnitas principales: La Celeste y Blanca -o las otras que, con otros colores, blandieron la oposición al gobierno provincial- ¿Son hoy una fuerza homogénea? En síntesis ¿Pichetto, Soria -y Martini, si se quiere- son parte de un mismo proyecto?

De la respuesta a esta pregunta dependerá, sin dudas, la reacción de muchos electores peronistas y no peronistas en la provincia, que serán quienes definan en 2015 quién llegará a la Casa de Gobierno en Viedma.

Alicia Miller

Alicia Miller


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