ANALISIS: Un claro mensaje al centro político
Apenas cerrada su candidatura por el partido demócrata, Barak Obama envió ayer un claro mensaje al centro político estadounidense, intentando aclarar las especulaciones y críticas sobre su supuesta «actitud débil» frente a países hostiles a EE.UU. como Irán y Siria y la alianza histórica de su país con Israel.
Obama amenazó ayer con serias consecuencias si Teherán se niega a poner fin a su desarrollo nuclear, su apoyo al terrorismo en la región y, sobre todo, sus amenazas a Israel Para acorralar a Irán y su creciente amenaza en la región, el senador se mostró a favor de una doble perspectiva: una intensa vía diplomática y el repliegue estadounidense de Irak, donde la presencia continuada de tropas norteamericanas sirve para alimentar la influencia de Irán y el terrorismo.
Si Irán coopera, adelantó, habrá recompensas. Pero «si no logra seguir el curso, estará claro para el pueblo de Irán y para el mundo que el régimen iraní es autor de su propia» desaparición.
Como posibles represalias Obama mencionó «cortar las garantías de préstamo, prohibir la exportación del petróleo refinado y boicotear empresas asociadas con la Guardia Revolucionaria Iraní».
El joven senador afroamericano reiteró su apoyo a la creación de un Estado palestino y su idea de que Israel debería tener a Jerusalén como capital indivisa, metiendo el dedo en la llaga de uno de los temas más ardorosos del conflicto palestino-israelí.
Israel controla el oeste de Jerusalén desde 1950 y Jerusalén-Este desde 1967. El 30 de julio de 1980, una «ley fundamental» votada por el parlamento israelí proclamó esta ciudad «reunificada y capital eterna de Israel». Esta anexión no ha sido reconocida por la comunidad internacional; mientras los palestinos aspiran hacer de Jerusalén-Este la capital de su futuro estado.
McCain, Bush y algunos demócratas criticaron a Obama por decir que se reuniría con líderes de países hostiles hacia Estados Unidos, y dijeron que subestimaba la amenaza de Irán. Estos cuestionamientos podrían provocar problemas para Obama en estados clave como Florida, donde viven muchos judíos, según analistas.
El precandidato presidencial demócrata aprovechó el escenario de del Comité de Asuntos Públicos Estadounidense-Israelí para marcar sus límites al negociar con adversarios. «Debemos aislar a Hamas a menos y hasta que renuncie a la violencia, reconozca el derecho de Israel a existir, y respete acuerdos previos», dijo sobre el movimiento islamista palestino, que controla la Franja de Gaza. «No hay lugar en la mesa de negociaciones para organizaciones terroristas», afirmó
Obama no dejó de proclamar su intención de honrar la tradicional alianza entre Estados Unidos e Israel. «Siempre mantendré la amenaza de acción militar sobre la mesa para defender nuestra seguridad y a nuestro aliado Israel», declamó. (DPA/AFP)
Apenas cerrada su candidatura por el partido demócrata, Barak Obama envió ayer un claro mensaje al centro político estadounidense, intentando aclarar las especulaciones y críticas sobre su supuesta "actitud débil" frente a países hostiles a EE.UU. como Irán y Siria y la alianza histórica de su país con Israel.
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