Analizan culpas tras la muerte de una beba

CIPOLLETTI (AC).- La policía continúa investigando las circunstancias en las que una perra de raza rottweiler atacó y mató a una beba de un año y tres meses en Cipolletti. El trágico hecho ocurrió el lunes a la tarde mientras la víctima jugaba en el patio de su casa junto a otros familiares y conocidos. Desde la Justicia se advirtió sobre la peligrosidad de este tipo de animales y se reconoció que podría imputarse penalmente a los responsables del cuidado del animal bajo la figura de “homicidio culposo”.

Ahora se trata de determinar si hubo negligencia por parte de los adultos que debieron tomar los recaudos necesarios para proteger a la bebé de la potencial peligrosidad del perro.

El ataque se produjo en una vivienda de la calle Alberdi al 900 después de las 16 de lunes. La perra no pertenecía a los padres de la niña. Su propietario era un tío de la beba que había dejado al animal temporalmente en esa vivienda.

En la tarde del lunes un grupo de chicos se bañaba en una pileta mientras el animal estaba suelto en el patio. Según la información policial, la rottweiler estaba comiendo uvas cuando la niña, Aymará Martínez, se acercó. Enseguida la perra se ensañó con la pequeña y cuando los familiares lograron rescatar a la víctima la trasladaron hasta el hospital, pero no resistió las lesiones y murió minutos después.

La policía inició la investigación y mantuvo al animal resguardado en la brigada de canes de la fuerza.

Autoridades judiciales de feria explicaron a este medio que ahora se deberá determinar quién era el responsable de tomar los recaudos ante el riesgo que implica este tipo de mascotas. De acuerdo a la legislación vigente, señalaron, podría imputarse el delito de homicidio culposo.

Sin embargo, este medio consultó a funcionarios del Ministerio Público que precisaron que en este tipo de casos, ante la posibilidad de que resulte imputado -por ejemplo- el padre de la niña, existe la posibilidad de aplicar un “criterio de oportunidad” que se conoce como “pena natural”. Se trata de la posibilidad que tienen los fiscales de prescindir total o parcialmente de la persecución penal hacia uno o más imputados justamente cuando a causa del hecho, la persona acusada “haya sufrido (…) un daño físico o moral grave que torne innecesaria y desproporcionada o superflua la aplicación de una pena”.

Según explicaron, la figura que está vigente desde marzo de 2004 en el Código Procesal Penal de Río Negro se aplica “cuando el sufrimiento del imputado torna desproporcionada la aplicación de una pena”.

Mascotas potencialmente peligrosas