Andrés, a fondo para jugar

VILLA REGINA (AVR).- El básquet en silla de ruedas surgió como una alternativa deportiva para los jóvenes que durante su infancia habían sido afectados por los ataques de poliomielitis. La desaparición de esta enfermedad afectó en parte la incorporación de nuevos jugadores a los equipos.

Posteriormente quienes fueron afectados por otro tipo de enfermedades, fueron quienes encontraron una respuesta en este deporte.

Tal es el caso de Andrés Wilches, que tiene 13 años, y sufrió un desgarro de médula en el momento de nacer. Vive en Regina y cursa el séptimo grado en la escuela primaria Nº 58.

También en su caso se acercó a Cripal luego del certamen de básquet que se celebró en julio. Sin embargo su contacto con el deporte ya lo había hecho en la escuela.

Andrés se expresa con timidez, aunque sus ojos son vivaces y pícaros, para contar que «en la escuela, el profesor de gimnasia me preguntó si me gustaba el básquet, y me empezó a enseñar algunas técnicas». Sin embargo nunca había integrado un equipo, por lo que cuando llegó a Cripal se encontró con personas mayores «que me aceptaron muy bien, me aconsejan y me enseñan» apunta Andrés.

Con anterioridad no había practicado ningún tipo de deporte, por lo que en el básquet encontró una posibilidad para desarrollarse.

Mientras espera con ansias el ingreso al primer año del secundario en el CEM Nº 11 de Regina, vive con gran emoción el poder disfrutar de su nueva silla de ruedas «porque la anterior estaba totalmente destrozada» cuenta Andrés quien espera además en los próximos meses poder integrar formalmente el equipo de básquet de Cripal.

«Pepe» González, todo un atleta

VILLA REGINA (AVR).- «Por intermedio del deporte pude conocer mucha gente y muchos lugares» señala José Antonio González, que fue atacado por la poliomielitis a los seis meses de edad, y hoy con 46 años, es uno de los referentes del equipo Doctor Hernán Cortés de Santiago del Estero.

Su rehabilitación comenzó a temprana edad, a los seis años con sus padres viajó a Tucumán, donde el deporte para lisiados ya tenía sedes y comenzaba a desarrollarse.

«Ser lisiado no es ningún impedimento para desarrollarse» comenta e inmediatamente agrega «yo conocí a mi mujer bailando, nos casamos hace 23 años y tenemos siete hijos» algunos de los cuales siguieron sus pasos en lo que hace al deporte y hoy son futbolistas en su provincia natal.

Además de básquet también practicó otras disciplinas deportivas, como natación y tenis de mesa, y representó a Santiago en eventos internacionales, como las Olimpíadas especiales de España, donde consiguieron 20 medallas.

«Es una lástima que este esfuerzo no sea reconocido, porque nosotros dentro de la cancha ponemos todo, ahí nos podemos pelear, insultar, pero cuando terminó el partido somos todos una gran familia» apunta José, más conocido entre los deportistas por el apodo de Pepe. Y vuelve a destacar que el deporte es un medio para conocer a la gente y tener contactos con atletas de otros países.

José González es un reconocido atleta dentro de su provincia; durante diez años obtuvo la distinción por ser el deportista más valioso, a lo que se suman premios otorgados por el Círculo de Periodistas Deportivos de Santiago del Estero.


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