Anécdotas

Consultas al 0800. Por la mañana, apenas comenzada la jornada censal, un encuestador llamó desconcertado al teléfono de consultas habilitado por el INDEC para averiguar cómo debía registrar a varios habitantes de una casa que dijeron ser travestis y fue aconsejado: «anótelos tal como ellos se declaran».

Ofendido. Preocupado por el desprestigio profesional, un doctor y profesor universitario manifestó su enojo con la censista que registró su nivel educacional como «terciario», a lo que argumentó que «después de pasarme veinte años estudiando y operando gente, ahora vengo a quedar como si fuera la doctora Rímolo».

Para la historia. «Fueron tantas las anécdotas, que es muy difícil recordarlas a todas; tuvimos una maestra insolada; una mujer que decía ser descendiente de un cacique y quería ser censista a toda costa para encontrar gente de su etnia; perros corriendo a voluntarios, en fin, unas jornadas inolvidables». Lo dijo un jefe de departamento censal de Buenos Aires.

En el hotel alojamiento. El dueño de un albergue transitorio quiso saber cómo proceder con las parejas alojadas y fue informado de que debería acompañar al encuestador a las habitaciones para registrar a todos los que pernoctaron en el lugar, a lo que él respondió: «Entonces les aviso que sigan dándole hasta que llegue el censista».

Acoso sexual. Una maestra denunció que fue acosada sexualmente por un hombre cuando lo estaba censando. La mujer de 24 años se resistió al intento de un hombre que reside solo en el barrio Médanos VII de Trelew, y luego de un forcejeo logró salir de la vivienda.