Apenas el 60% de los habilitados se interesó por votar

Las elecciones municipales del último domingo registraron un ausentismo del 39,9%. El número ratifica una tendencia ya esbozada en los comicios para convencionales constituyentes que tuvieron lugar en septiembre pasado.

Si bien el número oficial de mesas escrutadas todavía no llega al 100%, de proyectar los datos existentes se puede determinar que sufragaron alrededor de 41.250 personas sobre un padrón total de 68.498. De modo que la asistencia fue del 60,1%. Un valor de los más bajos en el último ciclo democrático.

Lo más llamativo es que la participación fue claramente menor a la contabilizada en las elecciones para gobernador y legisladores provinciales del último 20 de mayo. Ese día votaron en Bariloche 44.556 personas (un 66%), lo que significa que más de 3.000 ciudadanos que concurrieron a las urnas el día que Saiz consiguió la reelección decidieron eludirlas cuando les tocó definir autoridades municipales.

Esto permitió que Icare resulte electo con unos 17.000 votos (todavía no está disponible la cifra definitiva), que no llegan a representar el 28% del padrón.

Consultado sobre la baja predisposición de los votantes, el concejal electo del ARI, Darío Rodríguez Duch, consideró que «es una evaluación que les corresponde realizar en primer término a los partidos grandes».

Dijo que «la cuestión climática sin dudas influyó, pero también tuvo que ver el desprestigio de la política». Como fenómeno ilustrativo señaló que en algunos barrios «no dejaron entrar a los vehículos» puestos al servicio del acarreo.

El asesor letrado del municipio y legislador electo por el FpV, Manuel Vázquez, consideró que «es grave el ausentismo porque en este acto tan esencial de la democracia todos deberían tener interés».

Puesto a bucear en las causas, señaló que «si dudas el bastardeo en el que cayó la convocatoria a las elecciones tuvo mucho que ver, porque al final la fecha prácticamente la puso la Justicia».

Por su parte el presidente del Concejo y también legislador electo por la UCR, Marcelo Cascón, opinó que hubo «una serie de factores» que se sumaron para desalentar a los votantes. Desmintió que sean los sectores medios y altos los más reticentes, si bien hay en esa franja mucha gente que ya no vota «por costumbre». Aseguró que «en los barrios también hubo quienes se negaron a votar, por descreimiento y porque no encuentran en los candidatos la solución a sus problemas». Subrayó el mayor atractivo que generó la elección de gobernador como «un dato muy importante», porque el electorado de Bariloche «siempre se reivindicó como localista, y según esa tradición el índice de asistencia debió ser al revés».


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