Apoyan multas a padres de menores alcoholizados 

Numerosas entidades de Cipolletti dieron su respaldo a la propuesta.

CIPOLLETTI (AC)- La iniciativa de imponer multas o en su defecto «trabajos comunitarios obligatorios» para padres cuyos hijos provoquen disturbios y desórdenes callejeros, con o sin lesionados, a consecuencia de ingesta alcohólica abusiva cuenta con el pleno aval de cámaras empresariales, productivas y entidades de las fuerzas vivas de Cipolletti.

El tema del consumo preocupa y la situación ha empeorado. Tanto, que ha sido detectada en la población estudiantil de escuelas rurales que la franja de riesgo bajó a un piso de entre 10 y 11 años.

«Hay maestros que comentan que los lunes llegan chicos de entre 10 y 11 años con «resaca» y dolores de cabeza», se dijo ayer en el Ruca Quimey, un organismo que opera con pocos medios y mucha buena voluntad contra la violencia familiar y el alcoholismo.

Según el proyecto, las multas a los padres van de 100 a 300 pesos, según la gravedad, la reincidencia y los desmanes. Los padres que no puedan pagar por su condición económica deberán llevar a cabo «trabajos comunitarios obligatorios» que definirá la autoridad competente.

El proyecto se halla en análisis de comisiones del Concejo Deliberante. La propuesta fue gestada precisamente por un conjunto de instituciones de peso en la ciudad y difundida por el concejal de la Alianza, Jorge Badillo, quien muestra notoria preocupación por el tema seguridad.

Avalaron la presentación las Cámaras de Industria y Comercio y de Productores Agrícolas, Acción Solidaria Cipolletti, el Radio Club, las asociaciones Española, Italiana y Chilena, el Rotary Club, la Cámara de Peluqueros y la Agrupación de Taxistas, entre otras.

La propuesta no implica costos para el municipio, ya que incluye un fondo que surgirá de las multas y que deberá ser afectado concretamente para contratar a policías adicionales que acompañen a los inspectores de comercio, y para cursos de prevención, resocialización y demás.

«Este problema no es nuevo, y se agrava. Y la iniciativa difundida por «Río Negro» ha tenido repercusión nacional, en diarios y radios. Ya pidieron el proyecto desde varios municipios, El Bolsón entre ellos. Es un síntoma de que estamos tomando al toro por las astas, y que somos pioneros. Se necesita ahora nada más que una firme decisión política para llegar al objetivo propuesto», manifestó Badillo.

«Sobre las penas, sanciones, multas o correctivos yo no puedo expedirme. Pero obviamente deberían existir medidas que tiendan a coaccionar ciertas conductas para impedir que los infractores reincidan», afirmó por su parte el comisario Oscar Colmenares.

El proyecto agrega la presión de multas a padres de menores alcoholizados a la ordenanza vigente en la materia y la prohibición total del consumo en la vía pública, obligatorio para todo el mundo.

Aldo Mildemberg, de Acción Solidaria Cipolletti, resaltó que la iniciativa impulsa la articulación de la «Licencia para el expendio de bebidas alcohólicas» y para obtenerla, «los interesados tendrán que estar al día con los pagos de la habilitación comercial, cuyo costo se duplicará».

Explicó Mildemberg que esta licencia caducará cada año, y que también serán más onerosos los castigos.

Las penas también subirán: por la primera multa se pagará de 600 a 1.000 pesos y por la segunda de 2.000 a 4.000 además de una suspensión de la licencia por 180 días. Si no pagan en término cesará la habilitación.

«Los montos que surjan por la aplicación de las multas de ninguna manera irán a Rentas Generales. Sí se depositarán en una cuenta especial», dijo Mildemberg.

Anoche, el recientemente creado Consejo de Seguridad Pública -que integran las fuerzas vivas- evaluaba las repercusiones de su proyecto y un pedido de pronto despacho a las comisiones del cuerpo deliberativo de Cipolletti. 

Los pibes en peligro

CIPOLLETTI (AC).- Mónica Pereyra es la responsable del Ruca Quimey, organismo oficial en el que actúa el Grupo GIA, que previene el alcoholismo y opera para limitar la violencia familiar.

Esta profesional entregó el dato de que el problema se agrava y que la franja de riesgo en la población adolescente e infantil está encontrando un piso cada vez más preocupante y en baja.

Sostuvo entonces que existe inquietud en escuelas, en especial en las rurales, porque los docentes han detectado que el consumo azota ahora a niños de entre 10 y 11 años. «Nos han comentado que los lunes ven a chiquitos con «resaca», y que están tratando de abordar esa problemática».

Mónica Pereyra no está demasiado de acuerdo con que se adopten y se legislen medidas «represivas» contra los padres para controlar que los jóvenes y chicos no accedan al alcohol, y sí en cambio se inclina por acentuar políticas globales de prevención para atacar las causas antes de que se produzcan efectos indeseados.

Si bien dijo que se necesita impulsar acciones frente a una problemática social grave, que no es sólo de Cipolletti sino que está generalizada, expresó que se torna imperiosa «una adecuada prevención y presencia permanente, con todos los medios disponibles», para frenar el flagelo del alcoholismo.

Y advirtió que el alcohol «es la puerta de entrada de todas las demás adicciones».

«El alcohol a la larga lleva al delito»

CIPOLLETTI (AC).- «Lo que nosotros estamos impulsando hace a la salud de la gente, al cuidado de nuestros jóvenes y chicos, aparte de la seguridad, porque el alcohol a la larga lleva al delito. Ayudando a los jóvenes, protegiéndolos, buscando límites, y que sus padres asuman alguna responsabilidad, tratamos de que dentro de las dificultades lleven una vida lo más sana posible», enfatizó Florentino Soulés, presidente de la Cámara de Industria y Comercio, una de las entidades que propició el proyecto.

La policía tiene mucho que ver en el tema, porque es en definitiva la que demora a los menores alcoholizados, llama a los padres o los lleva a sus casas.

El comisario Oscar Colmenares puso de relieve que la comunidad reclama «mayor respuesta en la contención de menores» aunque reconoció que «no es la comisaría el ámbito donde se debe resolver el problema ni el lugar adecuado para la atención física y mental» de los pibes con exceso de bebidas alcohólicas. Entonces, aseguró que la comunidad en su conjunto, a través de sus representantes, «deberán encontrar los mecanismos legales para que su policía pueda aplicar las medidas correctivas convenientes para salvaguardar la salud y derecho de la ciudadanía».


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