Aprobaron traspaso de fondos del Ciudad

El Senado sancionó anoche la ley que establece la transferencia obligatoria de los fondos de las nuevas causas judiciales del Banco Ciudad al Banco Nación, luego de una extensa sesión con más de seis horas de debate y protestas de empleados de la entidad porteña. El proyecto fue aprobado por 38 votos a favor del oficialismo y 25 en contra de todo el arco opositor, sin abstenciones. La ley establece en el artículo 1 que “los depósitos judiciales de los tribunales nacionales y federales de todo el país se efectuarán en el Banco de la Nación Argentina”, aunque aclara que aquellos fondos que ya estén depositados en la entidad porteña continuarán en ella hasta la finalización de las causas que le dieron origen. El presidente del bloque de senadores del Frente Para la Victoria, Miguel Pichetto, defendió la propuesta oficial y se manifestó sorprendido por la actitud asumida por “algunos hombres que fueron gobernadores de sus provincias” y que “hoy parecían generales mitristas de Pavón y Cepeda. Les faltó ponerse el uniforma para pelear por Buenos Aires”, ironizó. Las palabras de Pichetto fueron en relación a “el ex gobernador de San Luis (Adolfo Rodríguez Saá), el ex gobernador de La Pampa (Carlos Verna), el ex gobernador de Salta (Juan Carlos Romero)”, quienes recordó en su momento integran en el seno del Justicialismo el llamado “bloque Federal” que se oponían al “centralismo macrocefálico del Puerto” pero ahora se opusieron “por el solo hecho de que son opositores”. También fustigó al jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, al indicar que “a la mañana (va) al gimnasio, se entretiene con (su hija) Antonia, pero no se hace cargo de nada”, mientras afirmó que “el gobierno nacional se sigue haciendo cargo de la justicia ordinaria”. “Si quiere la autonomía plena de la Ciudad, que se haga cargo de todo el servicio de justicia”, replicó el rionegrino. Los tres senadores porteños votaron en forma diferenciada: el kirchnerista Daniel Filmus lo hizo a favor de la iniciativa, mientras la cívica María Eugenia Estenssoro y su ex correligionario Samuel Cabanchik lo hicieron en contra de la propuesta, aunque coincidieron en que la ley Cafiero se convirtió en un freno para la autonomía porteña. La cobista Laura Montero se manifestó en contra, preguntó si “es sensato debilitar el banco público de la Ciudad de Buenos Aires cuando la tendencia es habilitar su autonomía” y apuntó que “no podemos votar un proyecto que afecta a un banco público, que pone en riesgo una fuente laboral y afecta a los usuarios que están siendo bien atendidos”. Además opinó que es “un proyecto direccionado al jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para de alguna manera producir perjuicios a su gestión”. Su colega del GEN Jaime Linares respondió algunos de los argumentos K, dijo que no se puede argumentar que el pasaje de fondos al Nación es para avanzar en el federalismo y consideró “innecesario” el proyecto, en tanto advirtió sobre “la inquietud de los trabajadores” por preservar su puesto de trabajo ante la posibilidad concreta de que se desfinancie la entidad. Tras recordar que “hay más de cien empleados directos que se dedican a manejar los depósitos judiciales”, afirmó que “el Banco Nación no puede garantizar los mismos créditos que el Ciudad”. Por su lado, la romerista Sonia Escudero dijo que “el proyecto es inconstitucional, no contempla la división de poderes”, dado que -a su entender- “el destino de los fondos debe ser resueltos por los jueces” tras la reforma electoral de 1994. El radical José Cano sostuvo que con la propuesta se perjudica a los 3200 trabajadores del banco pero “ni al jefe de gobierno ni a su partido” y dijo, que en cambio, “el Banco Nación le presta exclusivamente al gobierno nacional mientras que el Ciudad le presta a la gente común”. El presidente de la comisión de Presupuesto Aníbal Fernández fustigó a la oposición por tomar una actitud sistemática al decir “si el tema es oponerse por oponerse, ya está” e indicó que si se trata de hacer “análisis contra-fácticos” recomendó recurrir a Horangel para saber qué puede ocurrir en el futuro con la entidad. (DyN)