Aprueban excepción para verter efluentes

El bajo El Riñón no estará vedado para derramar los líquidos industriales de Alpat en San Antonio. El Deliberante aprobó la ordenanza, pese a las voces que se opusieron a la medida.

SAN ANTONIO OESTE (ASA).- Tras varias reuniones que pasaron por momentos de extrema tensión y a pesar de la manifestación de varias voces opuestas a la determinación, el Concejo Deliberante aprobó la exclusión del bajo El Riñón de la prohibición de derramar efluentes industriales en un radio de menos de 20 kilómetros del centro de esta ciudad.

La nueva norma permitirá a los organismos técnicos provinciales expedirse sobre el estudio de impacto ambiental específicamente realizado por la empresa Alcalis de la Patagonia sobre el sitio propuesto como futuro repositorio.

En los considerandos, los ediles reconocen que aún faltan datos técnicos precisos que permitan asegurar la impermeabilidad del suelo del Bajo El Riñón pero dejan sentado que lo analizado hasta ahora no deja dudas de que el lugar más apto para la instalación de los cuencos para los efluentes es el ubicado a 11 kilómetros del casco urbano.

En los últimos tiempos se desarrollaron varias reuniones entre los concejales, referentes de entidades intermedias locales y técnicos provinciales para evaluar el estudio presentado por Alpat sobre el sitio en cuestión. Sin embargo, nunca se llegó a acuerdos sustanciales que permitieran definir si se daba lugar o no a que la firma continuara con su proyecto de vertido de residuos líquidos en el Bajo El Riñón.

«Era un círculo vicioso: el DPA decía que el CODEMA debía definir la situación y éste se excusaba manifestando que no podía expedirse mientras el lugar estuviera vedado por la ordenanza municipal que prohibía el vertido de efluentes en un radio menor a 20 kilómetros tomados desde el centro de la ciudad», fundamentó el presidente del CD Miguel Angel Galindo Roldán.

La nueva norma, surgida de una proyecto del Ejecutivo Municipal, excluye al Bajo el Riñón de esa prohibición y en un segundo artículo agregado por los ediles ratifica la autoridad del Municipio acerca de la Ley de Impacto Ambiental y puede ejercer sus facultades individualmente o en conjunto con los organismos técnicos de la Provincia. De esta manera, la comuna se guarda un «as» en la manga para denegar el vertido de los efluentes en caso de que la firma no garantice que no habrá riesgos sobre el medio ambiente.

No obstante, la nueva ordenanza dejó en claro que hay acuerdo al menos entre los funcionarios municipales para que se use el Bajo El Riñón.

Pero las instituciones intermedias que participan de la comisión de seguimiento del estudio de impacto ambiental de Alpat manifestaron su desagrado por la decisión del Deliberante que, dicen, fue tomada sin consultar a todos los participantes. Por su parte, otros vecinos como el historiador Héctor Izco se opusieron.

En el bloque radical también hubo cortocircuitos debido a que la concejal Marilyn Gemignani solicitó la inclusión de más artículos lo que llevó a duras discusiones entre los parlamentarios.


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