Argentina hizo historia

Superó a Brasil y se quedó con el Sudamericano.

Argentina cerró en forma perfecta su participación en el 41º Sudamericano de básquet. En la final derrotó a Brasil, en su propia casa, por 95 a 78 (40-37), un resultado histórico y así obtuvo su undécima consagración a nivel continental. El seleccionado nacional fue de menor a mayor en el certamen. Empezó con dudas, se sumaron las lesiones y, pese a todo, salió a flote en la etapa de clasificación, en la que la única caída había sido precisamente con los brasileños (98-92). Después el equipo ganó en confianza, colectivamente comenzó a funcionar y aparecieron algunas individualidades que marcaron el desequilibrio con el resto. Ese fue el caso de Walter Herrmann, la figura en la final y de los últimos juegos. Ayer, se despachó con 37 puntos y 14 rebotes, como para ratificar que tiene un lugar ganado en la lista para los Juegos Olímpicos. Otro de los puntos altos en el rendimiento estuvo a cargo del capitán Leonardo Gutiérrez, siempre una fija en las convocatorias de Rubén Magnano. Carlos Delfino, con intermitencias, tendría chances de ser llamado para la cita de Atenas. Del resto, conserva algunas expectativas Pablo Prigioni, que tuvo altibajos, pero puede ser una alternativa para la base. En la final de Campos -estado de Río de Janeiro- se vio un partido muy intenso y que hasta el primer tiempo fue parejo. Luego, Argentina le tomó la mano al esquema defensivo de los locales, dominó los tiempos y empezó a construir una inobjetable victoria. A falta de seis minutos se despegó a 18 tantos y a partir de ahí jugó con la desesperación de Brasil, que sólo en el tándem Estevam-André mostró algo de su básquet.

Tenían la fórmula

No dejó dudas, fue el jugador más valioso. Walter Herrmann viene de un golpe durísimo en lo personal -hoy se cumple un año desde que perdió en un accidente automovilístico a su madre, su hermana y su novia- y, al menos en lo deportivo, está íntegro. “Esperábamos una final así. Sabíamos a la perfección qué hacer, cómo ganarles”, dijo el alero después del esfuerzo y agregó “es una sensación inigualable ganarle una final a Brasil en su país”. El que gozaba a pleno este éxito era el entrenador Fernando Duró, que se animó a sostener que el equipo realizó “un juego increíble” ante los brasileños. Analizó que “la clave de la victoria fue que pudimos recomponer el juego interno. Eso nos dio mucha seguridad”. También destacó que el equipo “efectuó un gran sacrificio para defender, no permitió nunca que Brasil nos domine el tablero. La verdad es que estoy muy feliz. La Argentina jugó un partido increíble”. En declaraciones a la prensa, Duró dijo que esta victoria sobre los brasileños “fue una revancha para todos, porque en la segunda fecha cuando perdimos, estuvimos muy lejos de nuestro nivel y por eso nos ganaron”. En el camino al título, Argentina le ganó a Paraguay (83 a 74), Chile (108 a 69), Uruguay (118 a 89), Venezuela (113 a 100) y completó ayer ante el local. En el choque por el tercer puesto, Venezuela se impuso a Uruguay por un apretado 76 a 74. (DyN/AN)

 

 

Nota asociada: Ginóbili, manso y tranquilo  

Nota asociada: Ginóbili, manso y tranquilo  


Argentina cerró en forma perfecta su participación en el 41º Sudamericano de básquet. En la final derrotó a Brasil, en su propia casa, por 95 a 78 (40-37), un resultado histórico y así obtuvo su undécima consagración a nivel continental. El seleccionado nacional fue de menor a mayor en el certamen. Empezó con dudas, se sumaron las lesiones y, pese a todo, salió a flote en la etapa de clasificación, en la que la única caída había sido precisamente con los brasileños (98-92). Después el equipo ganó en confianza, colectivamente comenzó a funcionar y aparecieron algunas individualidades que marcaron el desequilibrio con el resto. Ese fue el caso de Walter Herrmann, la figura en la final y de los últimos juegos. Ayer, se despachó con 37 puntos y 14 rebotes, como para ratificar que tiene un lugar ganado en la lista para los Juegos Olímpicos. Otro de los puntos altos en el rendimiento estuvo a cargo del capitán Leonardo Gutiérrez, siempre una fija en las convocatorias de Rubén Magnano. Carlos Delfino, con intermitencias, tendría chances de ser llamado para la cita de Atenas. Del resto, conserva algunas expectativas Pablo Prigioni, que tuvo altibajos, pero puede ser una alternativa para la base. En la final de Campos -estado de Río de Janeiro- se vio un partido muy intenso y que hasta el primer tiempo fue parejo. Luego, Argentina le tomó la mano al esquema defensivo de los locales, dominó los tiempos y empezó a construir una inobjetable victoria. A falta de seis minutos se despegó a 18 tantos y a partir de ahí jugó con la desesperación de Brasil, que sólo en el tándem Estevam-André mostró algo de su básquet.

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