Argentina le exige explicaciones a Gran Bretaña
El gobierno argentino quiere saber si en el Atlántico sur existen armas nucleares en barcos hundidos. Un informe
Conflicto diplomático por la revelación de que buques ingleses tenían armas atómicas en la guerra de Malvinas
El gobierno nacional exigió ayer a Gran Bretaña «precisas y completas informaciones» sobre la revelación de que naves inglesas equipadas con armas atómicas participaron de la guerra de Malvinas en 1982, y adelantó que planteará la situación ante organismos internacionales.
«El gobierno argentino está requiriendo del gobierno británico precisas y completas informaciones sobre los hechos revelados y reclama que asegure, en forma fehaciente, que no hay armas nucleares en ningún lugar del Atlántico Sur, ni en buques hundidos, ni en lecho del mar ni bajo ninguna forma ni circunstancia», afirmó la Cancillería en un comunicado.
El pedido al gobierno inglés fue entregado ayer por la tarde por el vicecanciller Jorge Taiana a la segunda funcionaria de la embajada británica en Buenos Aires, Catherine Rogle, quien fue citada ya que el embajador Robert Christopher se encontraba de viaje.
El gobierno expresó que la revelación difundida ayer y confirmada por el gobierno inglés «reviste suma gravedad» y que «lamenta profundamente que el Reino Unido haya desoído las denuncias formuladas, en su momento, por la Argentina sobre esta situación». «Este hecho podría haber tenido tremendas consecuencias para los habitantes, los recursos naturales y el medio ambiente de la región. De allí que resulte inaceptable que se lo pretenda justificar por razones logísticas, en una operación dirigida a mantener la situación colonial en el Atlántico Sur», añadió el parte de prensa. Además, se informó que prevé «plantear esta situación ante los organismos internacionales competentes» y recordó «lo dispuesto en las numerosas y reiteradas resoluciones y declaraciones pertinentes de las Naciones Unidas y de la OEA».
La reacción del gobierno se conoció a pesar de que Gran Bretaña salió a aclarar ayer que los buques con armamento nuclear no ingresaron en las aguas territoriales de la Argentina o de las islas y que tampoco tuvieron previsión de uso.
La protesta argentina y la desmentida inglesa hicieron referencia, sin nombrarlo, al buque inglés Sheffield, que fue hundido el 4 de mayo de 1982 por la aviación argentina.
Un informe difundido en 1991 por la Agencia Internacional de Energía Atómica (Aiea), con sede en Austria, aseguró que ese barco aún está en el fondo del Atlántico con todas sus cargas nucleares a bordo.
El ministro de Defensa, José Pampuro, consignó que, tras recibir la noticia formalmente desde Gran Bretaña, el presidente Néstor Kirchner, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y él mismo estuvieron reunidos el jueves «hasta altas horas de la noche».
Horas después, el gobierno británico -a través de su embajada en Buenos Aires- aclaró que «ninguna nave equipada con armas nucleares ingresó en las aguas territoriales de la Argentina o de las Islas Falklands». «Debido al diseño de las armas, ni siquiera un impacto directo sobre uno de los navíos que la transportaba hubiera significado una explosión nuclear», añadió el comunicado, que también aseguró «en ningún momento se planteó que armas nucleares pudieran ser usadas en el conflicto». Gran Bretaña también aclaró que «después de su regreso al Reino Unido, todas las armas fueron contabilizadas y en buen estado» y «ningún arma fue perdida y los navíos británicos hundidos no estaban equipados con armas nucleares». (DyN/Télam)
Los buques que fueron hundidos
Los restos de navíos militares británicos, como el Sheffield y el Atlantic Conveyor, sospechosos de contener armas nucleares, descansan en el fondo del mar, hundidos por la aviación en ataques que marcaron el punto de resistencia más alto de Argentina en la guerra de Islas Malvinas de 1982. A continuación el detalle de los buques británicos hundidos durante el conflicto bélico de 74 días en el Atlántico sur, que finalizó el 14 de junio de 1982 con la rendición de las tropas argentinas:
• Destructor Sheffield (4.100 toneladas): Una de las joyas de la armada británica construido en 1975, fue el primer buque del Reino Unido en ser destruido desde la Segunda Guerra Mundial. Fue atacado desde aviones Super Etendart con misiles Exocet el 4 de mayo de 1982, al sudeste de Puerto Argentino (capital de las Malvinas). Terminó de hundirse el 10 de mayo. Hubo 20 muertos y 28 heridos.
• Fragata Ardent (3.250 toneladas, construido en 1977): Fue atacado en tres oportunidades el 21 de mayo de 1982 por aviones militares argentinos en la bahía de Ruiz Puente, en el Estrecho San Carlos. Se hundió un día después.
• Fragata Antelope: (3.250 toneladas, 1977): Un avión Skyhawk lo atacó el 23 de mayo en la Bahía San Carlos. Se hundió al día siguiente.
• Destructor Coventry (4.100 toneladas, 1978): Recibió el impacto de un misil desde un avión Skyhawk que lo hundió el 25 de mayo en apenas media hora. Estaba ubicado al norte de la Isla Borbón.
• Portacontenedor Atlantic Conveyor (14.950 toneladas, 1970): Un misil Exocet disparado desde un avión Super Etendard impactó en el enorme portacontenedor el 25 de mayo al norte de la península de San Luis. Se fue a pique tres días después.
• Buque de desembarco Sir Galahad (5.674 toneladas, 1966): Fue atacado el 8 de junio, seis días antes del final de la guerra, desde un avión Skyhawk. Fue hundido por Gran Bretaña luego de concluida la contienda bélica como «tumba de guerra» tras haber sido consumido por el fuego.
• Barcaza de desembarco Fearless (176 toneladas, 1966): Un avión Skyhawk de la fuerza aérea argentina lo atacó el 8 de junio. Se hundió el mismo día.
(AFP)
Conflicto diplomático por la revelación de que buques ingleses tenían armas atómicas en la guerra de Malvinas
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