Argentina pone a prueba su nivel frente al devaluado Brasil

El esperado clásico del fútbol sudamericano se jugará en el "Morumbí" a partir de las 21.40.

SAN PABLO (Télam, enviado especial) – Entusiasmado por un presente exitoso y cinco victorias consecutivas, la selección argentina enfrentará esta noche en San Pablo a Brasil, que está signado por la desilusión y el desencanto que provocaron sus últimas actuaciones, en un esperado duelo válido por la sexta fecha de las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial 2002.

El partido comenzará a las 21.40 en el estadio «Morumbí» y será dirigido por el uruguayo Gustavo Méndez.

El elenco argentino tiene ante si una oportunidad inmejorable para seguir en el camino de los triunfos. Ya sufrieron su poderío Chile, Venezuela, Bolivia, Colombia y Ecuador.

Claro está que enfrente tendrá un rival calificado, ya que más allá de sus últimas actuaciones en falso (magro empate de local ante Uruguay y caída ante Paraguay), Brasil es una suerte de «león herido» y ostenta un poderío individual respetable.

«Sea cual fuere el resultado, no se sale ileso de un Argentina-Brasil, es un partido que deja huellas», confesó el técnico Marcelo Bielsa, quien confía plenamente en sus jugadores y ratificó la misma formación que venció a Colombia y Ecuador en las dos últimas presentaciones.

Argentina confiará una vez más en el talento cansino de Juan S. Verón, en la cintura indescifrable de Ariel Ortega y en los goles de Hernán Crespo, quien no sintió el peso de reemplazar al artillero histórico del seleccionado, el lesionado Gabriel Batistuta.

Esas individualidades se respaldan en un juego homogéneo de un equipo que captó rápido el mensaje del entrenador y presiona sin claudicar en todo el terreno de juego, y cuyo rasgo característico es la aceleración, lo que le otorga cierto tinte europeo, lo que no debe asombrar si se tiene en cuenta que nueve de sus titulares militan en clubes del «viejo continente».

Brasil, cuyo juego difiere de lo que potencialmente es capaz de dar, ve en Argentina una inmejorable ocasión para reconciliarse con su público, tanto a nivel de jugadores como para el erpo técnico » Wanderley Luxemburgo, quien introducirá seis cambios respecto de la formación que perdió ante los paraguayos.

Así, Evanilson ingresará por el suspendido Cafú; Antonio Carlos por Edmilson; Emerson por César Sampaio; Vampeta por Flavio Conceicao; Ronaldinho por Djalminha, y Alex por Fran- ca, en variantes que hablan de la falta de estructura de un equipo que espera lo salven sus individualidades.

Más allá del momento de Brasil, lo concreto es que Argentina está ante la mejor ocasión posible para ratificar la suerte de hegemonía que viene demostrando en el continente

«Estos partidos se viven de una manera muy especial»

SAN PABLO (DyN, enviado especial) – Ariel Ortega es de esos jugadores a los que les da lo mismo jugar con los amigos del barrio o en una cancha repleta, como estará esta noche el «Morumbí» de esta ciudad.

El «Burrito» no sabe de presiones ni de miedo escénico. Reclama siempre la pelota, esa eterna compañera suya, e intenta el desequilibrio a pura gambeta y quiebres de cintura.

«¿Si me voy a animar a pedirla todo el tiempo? Por supuesto. Enfrentar a Brasil es una de las cosas más lindas que me regaló el fútbol. Son partidos que se viven de una manera muy especial», expresó el «extremo derecho» del seleccionado argentino.

«Estos son partidos aparte, en los que no influyen para nada cómo llegan los equipos. Va a ser muy complicado, porque ellos necesitan recuperarse ante su gente y supongo que van a dejar todo para intentarlo», apuntó Ortega.

También destacó que «es innegable que ellos deben tenernos un poco de miedo. Saben que venimos derechos y seguramente tomarán algunos recaudos para que no los sorprendamos».

Argentina se caracteriza por ejercer una presión constante en toda la cancha. En relación con este tema, comentó que «sabemos que es imposible mantener un mismo ritmo durante todo un partido. Pero también somos conscientes que la única forma de poder ganarle a Brasil es apretándolos constantemente y atacándolos como si fuéramos locales».

Enseguida agregó que «los respetamos mucho, pero estamos confiados, porque Argentina ya demostró que sale a ganar en todas las canchas. Lo demostramos en los amistosos en España, también en Amsterdam. Y en las Eliminatorias, ganamos los dos partidos que nos tocaron como visitantes».

Los silbaron como si fueran visitantes

Como un equipo visitante, el seleccionado brasileño de fútbol ingresó ayer al estadio «Morumbí» de San Pablo para realizar un entrenamiento y fue silbado por los tres mil hinchas que asistieron al lugar.

Los únicos jugadores que no recibieron la reprobación del público fueron los arqueros Dida y Marcos, los primeros en salir al césped del estadio para la última práctica antes del partido frente a la Argentina, que se jugará esta noche.

Minutos después ingresaron los veinte futbolistas restantes que integran el plantel que dirige el técnico Wanderley Luxemburgo, el más silbado de la tarde.

Incrédulos ante lo que vivían, los jugadores fueron silbados e insultados por los tres mil simpatizantes que se ubicaron en las tribunas del estadio.

Al término del entrenamiento, que no tuvo exigencias físicas, los jugadores decidieron tirar las pelotas utilizadas a la tribuna como regalo a los simpatizantes, que por un momento interrumpieron los silbidos.

La reprobación del público marca el disgusto que le causó la última derrota sufrida frente a Paraguay.

El clima de reprobación para el plan- tel es total, comenzando por la prensa brasileña.


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