Argentina volvió a cortarle el gas a Chile

La medida paralizó al 85% de las empresas de Santiago. Críticas a la administración Kirchner.

El gobierno argentino volvió ayer a cortar el suministro de gas a Chile generando fuertes inconvenientes en la industria del vecino país.

El 85% de las empresas del Gran Santiago enfrentó ayer uno de los «más graves» recortes de gas que virtualmente las paralizó, informó Daniel Vilches, titular de la corporación industrial de la ciudad.

«Es la situación más grave del presente año y creemos que no va a ser la última», dijo Vilches. Añadió que «hay empresas que están paralizadas, que no tienen sistema de respaldo y hay empresas que nos han comunicado que, de persistir esta situación, la decisión sería no continuar con las actividades».

Este nuevo corte en el suministro de gas se da en un momento donde las temperaturas mínimas todavía no se han manifestado en el país, por lo que habrá que esperar que, con la llegada del invierno, las exportaciones de gas hacia Chile disminuyan aún más.

Vilches precisó que «hay una restricción absoluta de gas». Chile necesita diariamente unos 22 millones de metros cúbicos para el funcionamiento de muchas de sus empresas y de varias generadoras de energía eléctrica.

El ejecutivo criticó al gobierno argentino por los corte que está realizando y pidió que se cumpla con los contratos firmados oportunamente. «La falta de previsibilidad que tiene la Argentina es un tema que nos afecta sensiblemente», destacó el empresario industrial.

Por otra arte el gobierno chileno baja el perfil del problema y aduce que este «es un asunto entre privados», según reiteró ayer su ministro de Economía, Jorge Rodríguez.

Ante la continuidad de las disminuciones de las exportaciones de gas natural argentino a Chile, iniciadas el 2004, el gobierno impulsa un cambio radical en el modelo de abastecimiento de este país.

Uno de los pilares de esa reforma es la construcción de una planta que procese gas natural licuado, que sería comprado posiblemente en Asia, en reemplazo del argentino.

El proceso de licitación internacional está en manos de la Empresa Nacional del Petróleo, Enap, que pretende adjudicar en julio la construcción de la planta de Quintero, a unos 130 kilómetros al norte de Santiago. El proyecto tiene un costo de unos 300 millones de dólares y estaría en marcha en el 2008. Con la planta de procesamiento del gas natural licuado se busca reemplazar el gas natural argentino.

Los recortes de gas han causado problemas en los sectores eléctricos e industriales del país, que utilizan el este producto argentino como su principal insumo. Enap, que tiene dos refinerías, es una de las afectadas.

Futuro incierto

El gobierno volvió a recortar los envíos de gas a Chile pese a que hace sólo unas semanas el presidente Kirchner se había comprometido con su par chileno, Ricardo Lagos, a hacer todos los esfuerzos a su alcance para cumplir este año con los acuerdos de abastecimiento oportunamente firmados.

Esta claro que la crisis energética seguirá profundizándose en el país mientras el gobierno argentino no acuerde con las empresas los nuevos contratos posconvertibilidad. Sin este acuerdo, no llegarán las inversiones.

El sistema energético se encuentra hoy ya limitado para poder mantener un crecimiento económico sostenido como programa el ministro Lavagna. Durante la convertibilidad llegaron al mismo cerca de 15.000 millones de dólares fundamentalmente para sostener y ampliar infraestructura. En estos últimos tres años llegaron tan sólo 250 millones.

Los problemas con Chile son sólo la punta del iceberg de lo que es la crisis energética argentina.


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