Argentina y Brasil congelan las grandes disputas

Tras haber acordado mantener un régimen de cupos en el comercio automotor, ambos países quieren aplicar el mismo sistema para zanjar otras disputas bilaterales que mantienen en vilo al Mercosur. Esta estrategia, bautizada como "paraguas", englobaría a los sectores más conflictivos. Buscan crear un tribunal permanente para la solución de las controversias.

BUENOS AIRES.- La Argentina y Brasil resolvieron ayer poner bajo un indefinido «paraguas» los problemas sectoriales sobre los que subsisten controversias comerciales, tales como pollos, calzado, textiles, arroz, azúcar y aceros, temas sobre los cuáles volverán a conversar el 3 de abril próximo durante la reunión del Grupo Mercado Común del Mercosur (GMC), que tendrá lugar en Buenos Aires.

El vicecanciller argentino, Horacio Chighizola y José Botafogo Goncálvez, titular de la delegación brasileña que estuvo en Buenos Aires para negociar cuestiones bilaterales- informaron ayer en rueda de prensa que «intercambiaron ideas sobre éstos temas sensibles».

El funcionario argentino agregó que «se acordó aplicar un esquema de distintos paraguas para su tratamiento, de modo de no dificultar las negociaciones de otros temas pendientes» del proceso de integración, por caso la coordinación de políticas macroeconómicas.

Botafogo refirió que «todos los temas en conflicto siguen en la mesa de negociaciones, y los retomaremos en la primera semana de abril».

El negociador brasileño explicó que el esquema de «paraguas» significa darse un tiempo para analizar no sólo la situación coyuntural de un sector sino también la estructural, referida al modelo de producción, y establecer normas comunes que apunten a lograr la mayor competitividad y eficiencia productiva».

Mientras tanto, ambos gobiernos procurarán acercar a los sectores empresarios implicados en la controversia comercial sectorial para intentar acuerdos privados. Pero lo cierto es que hay casos, como el textil, en los que las relaciones están muy deterioradas.

La Argentina aplicó medidas de salvaguardia para contener las importaciones de este rubro, las que fueron rechazadas por la Organización Mundial del Comercio. Su vigencia cae en los próximos días con lo que podrá reanudarse la importación sin restricciones.

Chighizola y Botafogo, distendidos tras el acuerdo sectorial alcanzado ayer en materia automotriz, coincidieron en que resulta una cuestión clave, avanzar en la definición de un esquema de solución de controversias y la creación de un tribunal permanente en el seno del Mercosur, para evitar tener que recurrir a la OMC cada vez que se produce algún diferendo comercial.

Sobre los conflictos bilaterales motivados en la política de «incentivos» fiscales y de otro tipo aplicados por los estados brasileños para atraer inversiones industriales, Botafogo señaló que «para eliminar equívocos, es necesario disciplinar los subsidios», y promovió «un relevamiento de los que se aplican en los cuatro países» del bloque para diseñar políticas o criterios comunes sobre este tema».

Lejos de promover su eliminación, Botafogo opinó que «habrá que distinguir cuáles son subsidios buenos y cuales los malos para que el conjunto del Mercosur gane competitividad en el contexto mundial».

Los dos funcionarios se refirieron también a la tarea de coordinación macroeconómica y que preocupa especialmente a la Argentina desde que Brasil resolvió -en enero de 1999- devaluar su moneda. Sobre ésto, Botafogo sostuvo que «apoyamos la tarea que se está desarrollando a nivel de los ministerios de Economía y Hacienda en este sentido: es importante ir fijando metas sobre equilibrio fiscal, inflación y otras variables y sentar así bases sólidas para que la Unión Aduanera avance sin dificultades». (DyN y EFE)

Acusan a Ruckauf de «xenófobo»

El ministro del Interior, Federico Storani, acusó ayer al gobernador bonaerense, Carlos Ruckauf, de «explotar de manera peligrosa una vena nacionalista y xenófoba» en sus críticas a Brasil, en medio de las negociaciones por el futuro del Mercosur.

«Cometió excesos que los brasileños han tomado como una provocación. Hay temas con los que no se pueden jugar porque es jugar con fuego», expresó Storani, quien hizo alusión al discurso pronunciado por Ruckauf en Carmen de Patagones, en donde comparó la situación actual con el intento de desembarco de las tropas brasileñas en la zona durante el siglo XIX.

El ministro diferenció esta actitud de la del jefe de Gabinete, Rodolfo Terragno, quien había propuesto un sistema de compensaciones ante eventuales devaluaciones de la moneda brasileña, lo cual abrió mayores brechas en las relaciones con el país vecino.

«Lo de Terragno fue distinto. Fue una propuesta, de la que pueden decir «me gusta, no me gusta, es buena o mala».

«Pero lo de Ruckauf es una descalificación de tipo nacionalista, xenófoba», sostuvo con crudeza el funcionario. (Infosic)


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