Argentina y el vaso medio lleno

Eliminatorias

Sin fútbol al menos por actitud, la Argentina se repuso de una desventaja de dos goles y le empató 2-2 a Venezuela en el Estadio Olímpico Metropolitano de Mérida.

Antes de la disputa de octava fecha, la Albicesleste marchaba como líder y enfrentaba al último de la tabla. Esta situación presumía que el equipo de Edgardo Bauza no tendría inconvenientes para seguir arriba. De todas maneras, la Vinotinto estuvo muy cerca de dar el gran golpe.

Ahora el nuevo líder de las Eliminatorias es Uruguay (16) que goleó 4-0 a Paraguay y aventaja por una unidad a la Argentina.

Jugar sin Messi era todo un desafío para el Patón, por todo lo que había significado la Pulga el jueves pasado en Mendoza en el triunfo 1-0 ante Uruguay. Intentó mutar la ausencia del rosarino, también del suspendido Paulo Dybala, con el doble manejo en poder de Erik Lamela y Ever Banega. La apuesta del Patón fracasó ya en el primer tiempo.

La Argentina intentó progresar por los laterales, principalmente por el lado de Marcos Rojo porque su sociedad con Banega y Di María por ese sector fue más productivo que lo hecho por Lamela por derecha, prácticamente desaparecido.

Las dos chances más claras de Argentina en la etapa se dieron entre los 15 ‘ y los 20’. Primero con un disparo desde afuera de Banega, que se fue cerca del palo derecho del arquero Hernández. Luego, con un desborde de Di María cuyo centro no fue conectado por Pratto. Demasiado poco para una selección que llegó a Mérida como ampliamente favorita.

De a poco, Venezuela se fue animando, complicó por el sector izquierdo de la defensa albiceleste, que había mostrado una gran solidez en partido estreno de Bauza en Mendoza.

A los 34’ , lo impensado. Añor le peleó una pelota a Rojo, se acomodó para la zurda y con un violento disparo al ángulo, venció a Chiquito Romero, quien no podía entender por dónde había entrado el balón.

A partir de ahí, la Vinotinto manejó el desarrollo del juego hasta el descanso. Di María cazó la lanza, pero chocaba ante su exceso de individualismo. El equipo se empezó a quebrar y Mascherano sufría a sus espaldas. El trámite sorprendía a propios y extraños.

Qué decir cuando a los 7’ del complemento y cuando Argentina buscaba reaccionar, Rondón a pura finta, se metió por la derecha de la última línea albiceleste y le sirvió el gol a Josef Martínez, quien definió con maestría ante un desesperado Romero.

Cuando ya se veía naufragando en el medio de la lluvia que caía en Mérida, Argentina metió un manotazo de ahogado con un gol de Lucas Pratto a los 12’, para volver a meterse en partido. El ánimo comenzó a ser otro y la Argentina se lanzó decididamente a dar vuelta la historia. Y lo logró.

Primero Di María tuvo el empate, pero Hernández se hizo ancho ante el fusilamiento del Fideo, quien en la siguiente oportunidad para llegar a la igualdad se vistió de asistidor a la salida de un córner, que Nicolás Otamendi conectó en el área chica. Argentina enmendaba con rebeldía y convencimiento su falta de fútbol.

El final fue todo o nada, para los dos. Los equipos se estiraron entre sus líneas y cada uno tuvo su momento para ganar el partido. Primero Venezuela con un balón que calculó mal Romero. Chiquito dio rebote pero Rondón no aprovechó el error al estrellar el balón en el palo. Argentina respondió con una escapada de Di María por izquierda, pero su zurdazo fue salvado una vez más por Hernández.

Venezuela no pudo concretar un triunfo histórico, aunque el empate es mucho más de lo que especulaba conseguir en la previa. Los del Patón Bauza se llevaron un punto, aunque estuvieron muy cerca de irse sin nada.

El tiempo le dará el valor al resultado: si se ganó uno o se perdieron dos ante un equipo que aún no ha podido vencer en las ocho fechas que lleva la Eliminatoria.

La cosecha

ante Argentina