Dólar rozó los 30 pesos y la credibilidad del gobierno comienza a agrietarse

“Esta vez la Argentina va a cumplir”, aseguró el presidente Macri durante una visita a un centro comunitario de la localidad entrerriana de Basabilbaso. El mensaje fue para los inversores que están huyendo del mercado y la moneda local en busca de un refugio más seguro.

El tema esta muy complicado. La divisa norteamericana se acercó a los 30 pesos por unidad, saltando otro 4% inter diario, pese a que el Banco Central remató 300 millones de dólares de sus reservas para aplacar al mercado. Nada pudo hacer pese a que duplicó la oferta de divisas del día anterior. Con este nivel de demanda en sólo 20 días hábiles desaparecerán los 7.500 millones de dólares que ingresaron a la entidad de la mano del FMI.

En este contexto, la Bolsa porteña continuó sumergiéndose en terreno negativo hundiéndose más del 4%. En lo que va de estas últimas semanas perdió más del 30% de sus activos.

A sólo días del ascenso del país a la categoría “emergente” por el MSCI y el ingreso de 15.000 millones de dólares del FMI (50% fue destinado al Banco central y el otro 50% al Tesoro), la credibilidad argentina frente a los inversores se desploma. Adjudicar lo que está sucediendo en la plaza local a una crisis de mercados emergentes es un error. El problema está en la macro de nuestro país.

Los grandes fondos ven a la Argentina ingresando en una fuerte recesión en el segundo semestre del año, alejándose las posibilidades de cumplimiento de las metas prometidas ante los distintos organismos internacionales. Se suman los análisis de un dólar por encima de los 40 pesos para fin de año con una inflación más cerca de 30% y pico que de 25% anual.

Las marchas y contramarchas en materia energética suman inestabilidad en la plaza. El gobierno adelantó que el aumento de tarifas se frena. Lo mismo ocurre con los acuerdos cerrados hace sólo un par de semanas con las empresas petroleras por el precio de las naftas.

La credibilidad del gobierno comienza a agrietarse y con ella las posibilidades de cambios estructurales que necesita la economía para poder desarrollarse.