Otro paso contra los abusos del poder

OPINIÓN

ALICIA MILLER amiller@rionegro.com.ar

El fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que hizo lugar al planteo de Editorial Perfil es un paso más en favor de garantizar el manejo no discriminatorio ni abusivo de la pauta de publicidad oficial, un factor de presión económica que los gobiernos suelen utilizar para premiar voces dóciles y castigar a aquellos medios de comunicación no complacientes. Durante años, el criterio que prevaleció en el país en materia de publicidad oficial fue el fijado en junio de 1997 por mayoría por la Corte ampliada por Menem, en el caso Emisiones Platenses c/intendente Ciudad de La Plata. En aquel, se consideraba que no existía un derecho natural de los medios a reclamar publicidad oficial, y que la negativa de un gobierno a distribuir la pauta entre los medios existentes en su jurisdicción no implicaba por sí discriminación. En minoría quedaron entonces los vocales Fayt, Petracchi y Bossert, expresando una postura muy similar a la que ahora adoptó la Corte. El primer paso para hilar más fino en la manipulación económica del poder político a los medios fue dado por la Corte en setiembre de 2007, cuando –en el planteo de Editorial “Río Negro” c/Provincia de Neuquén– la mayoría del tribunal consideró que, si bien no los gobiernos no tienen obligación de publicitar, si lo hacen no pueden asignar o quitar la pauta en forma arbitraria ni usando criterios discriminatorios vinculados con la línea editorial o los contenidos expresados por los medios. En esta sentencia dictada en el caso Perfil, el máximo tribunal admite que el no otorgamiento de publicidad a un medio –cuando sí se asigna a otros similares– es abusivo y discriminatorio.


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