“Se trata de un reconocimiento para nuestra familias”

Organizaciones que defienden los derechos de los homosexuales, gays y lesbianas celebraron la medida. Sectores de la Iglesia condenaron la resolución del Congreso. César Cigliutti de CHA destacó que la norma “valora la diversidad”.

MATRIMONIO IGUALITARIO

Organizaciones que defienden los derechos de los homosexuales, gays y lesbianas celebraron hoy la ley que autoriza el casamiento entre personas del mismo sexo, mientras que la Iglesia protestó porque la medida aprobada esta madrugada “violenta el principio de igualdad”.

“Esta ley afecta profundamente el régimen de filiación y desconoce el derecho del niño a la identidad”, sostuvo el asesor laico de la Conferencia Episcopal Argentina, Guillermo Cartasso.

Del otro lado, hubo alegría. “Festejamos este avance. Se trata de un reconocimiento, de la igualdad de la ley para nuestra familias”, manifestó María Rachid, titular de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (FALGBT).

César Cigliutti, titular de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), destacó que “valora la diversidad” y admitió que no esperaban “una diferencia tan holgada” en la votación del Senado, que aprobó el proyecto con 33 votos a favor, 27 en contra y tres abstenciones.

Rachid apuntó que la Iglesia “se equivocó con sus agravios” y sostuvo que “ganó el no a la discriminación, la igualdad y la democracia”.

“Es legítimo que un sector no esté de acuerdo pero no está bien que se intente imponerlo al conjunto de la sociedad”, indicó.

En tanto, el Episcopado continuó mostrando su discrepancia. “Lo que estuvo en discusión hasta ayer fue un proyecto de ley y en este sentido creo que lo que ha sancionado el Congreso violenta el principio de igualdad, ya que se pretende tratar de idéntica manera a situaciones que evidentemente no son idénticas entre sí”, sostuvo Cartasso en un comunicado de prensa.

En el mismo documento consideró que la nueva ley “afecta profundamente el régimen de filiación y desconoce el derecho del niño a la identidad”, debido a que “establece que un niño nacido de una mujer pretendidamente casada con otra mujer sea anotado con dos mamás y sin papá, alterando profundamente sus vínculos más íntimos y fundantes de la personalidad”.

En su rechazo a ley sancionada, Cartasso afirma que “además de no ser beneficiosa para la edificación de una sociedad justa, es de una factura paupérrima que deja muchos puntos sin solución y que plantea a futuro muchos interrogantes sobre todo en lo constitucional y en materia del interés superior del niño”.

DPA.-


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