Armonicus cierra su año musical

El viernes, a las 21, en el Cine Teatro Español, despide su ciclo musical. En esta función compartirán escenario con el Quinteto Franz Schubert.

NEUQUÉN (AN).- Armonicus despide su ciclo de conciertos 2008 con un gran amigo de la casa. Para la función de cierre, se invitó al Quinteto «Franz Schubert». Los prestigiosos músicos argentinos, se presentarán el viernes, a las 21 en el Cine Teatro Español, con las obras «Serenata para cuerdas en Re Mayor, Op. 8» de Ludwig van Beethoven y «Quinteto en La Mayor. La Trucha» de Franz Schubert.

Desde hace quince años la agrupación Armonicus, con patrocinio del Mozarteum Argentino, acerca lo más excelso de la música clásica del mundo. Pasaron por sus escenarios conjuntos de cámara, orquestas, dúo y solistas de renombre que impactaron por su calidad, pero sin duda la joya de este año la trajo el Grupo Encuentros, que estrenó en la región la magistral obra «Pierrot Lunaire» de Arnold Schoenberg.

El broche de oro de este año estará a cargo del quinteto integrado por Rafael Gintoli en violín, Marcela Magín en viola, Jorge Bergero en violoncello, Oscar Carnero en contrabajo y Paula Peluso en piano. Gintoli es primer violín de la Orquesta Nacional de Música Argentina «Juan de Dios Filiberto». Magín es primera viola de la Filarmónica de Buenos Aires es integrante de la Camerata Bariloche. Bergero integra la Orquesta Estable del Teatro Colón y la orquesta «Juan de Dios Filiberto». Carnero es músico de la Sinfónica Nacional y de la Camerata Bariloche. Peluso se ha presentado como solista en las principales agrupaciones sinfónicas del país.

Los expertos sostienen que cada época tiene un sonido característico, un timbre propio, un color instrumental al que se asocia íntimamente y que la expresa. El período final del siglo XVIII remite al timbre de las cuerdas. «El convulsionado período que precede y sigue a la Revolución Francesa parece buscar el tan ansiado equilibrio en esta familia instrumental a la que convertir nada menos que en la base de la orquesta. Por otra parte, la práctica instrumental trae consigo la producción de un vasto repertorio asociado al esparcimiento que hace las delicias de la vida cortesana y de la alta burguesía. La serenata, como forma musical es abordada por los compositores clásicos con esta intención. Se trata de una composición en varios movimientos que alternan tempos rápidos lento pero con un carácter ligero, mucho más ligado al divertimento que al cuarteto o trío de cámara», comentó Marta Flores, doctora en música y profesora de la Escuela de Música de Neuquén.

En se período se sitúa la «Serenata en Re Mayor, Op. 8». La doctora sostiene que en esa composición como obra temprana «muestra a un Beethoven juvenil, galante y despreocupado. Pero, a la vez, nos sorprende tanto la solidez de los bajos del cello como la audacia rítmica y armónica, rasgos que, lo mismo que los célebres cambios de humor (los muy beethovenianos contrastes dinámicos), son sello inconfundible del compositor.

Schubert compuso el «Quinteto La Trucha» en 1819 a los 22 años, durante un viaje al norte de Austria, pero no fue publicado hasta 1829, un año después de la muerte del compositor. «Lo que llama la atención en primera instancia de esta obra es el reemplazo del habitual segundo violín por el contrabajo. Sin embargo, tengamos en cuenta que la segunda mitad del siglo XVIII fue una época especialmente fructífera para el desarrollo de este instrumento y que numerosos compositores de la escuela de Viena le dedicaron conciertos y obras de cámara», explicó Flores.


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