Arriaga toma distancia de los discursos localistas

El intendente Cipoleño no quiere saber nada con fomentar distanciamientos entre ciudades de Río Negro ni de la región y por eso se diferenció de algunos que plantearon duras críticas a dirigentes de Roca. A Arriaga le preocupan las reacciones y opiniones surgidas tras la posibilidad de crear un juzgado en Cipolletti. El concejal Gatti, quien había firmado la crítica, ayer se arrepintió y pidió no reabrir el estéril debate de los localismos, enfrentando a las ciudades.

El intendente de Cipolletti se distanció de toda posibilidad de verse involucrado en los términos con que desde algunos sectores políticos que le son afines, se reflexiona sobre las diferencias de intereses de esa ciudad con Roca.

La reacción está directamente vinculada con el contenido de una declaración de los concejales del Frente para el Cambio -fuerza con la que Arriaga llegó al poder-, que días atrás calificaron de «bufones de la monarquía» que «esconden un fascismo localista» a dirigentes de Roca.

Calificativos relacionados con la dinámica que adquirieron días pasados las diferencias entre distintos planos de ambas ciudades sobre la necesidad o no de abrir un juzgado penal en Cipolletti.

Para Arriaga, la «puesta en marcha del Juzgado Penal ha desatado una serie de reacciones y opiniones que tienen que ver más con mezquinos intereses políticos que con una profunda discusión de la problemática de la Justicia».

En una declaración emitida ayer, el jefe comunal recuerda que días pasados escuchó «con mucha preocupación y leí cómo se alzaban voces exacerbando un localismo que creíamos superado, agraviando a dirigentes y funcionarios por el solo hecho de ser de otra ciudad».

Acota entonces que «las sociedades de General Roca y Cipolletti no se merecen que un tema de tanta trascendencia como el de la justicia sea tratado por aquellos que no observan la realidad más allá de su propia nariz».

Precisa entonces que en Río Negro «las ciudades no deben pensar en crecer a costa de otra, se debe crecer con proyectos propios, con ideas nuevas y con adaptaciones a las nuevas realidades».

Fuentes vinculadas con el arriaguismo señalaron que el intendente decidió forjar este posicionamiento al conocer el comunicado al que se hizo referencia líneas arriba. Urdido por el concejal Víctor Lapuente, el mismo fue firmado incluso por Fabián Gatti, uno de los más estrechos colaboradores de Arriaga.

Ayer Gatti se arrepintió de ser también responsable del contenido del documento. Y entonces retrocedió. «Es un deber de la dirigencia política moderna no reabrir el estéril debate de los localismos, enfrentando a una comunidad con otra, dilapidando, como la realidad nos lo demuestra, inteligencia y recursos», sostiene Gatti en una declaración.

En opinión de Arriaga, el mundo de hoy se constituye «por bloques por mercados comunes, con integraciones estratégicas en la escala más pequeña por regiones, es ridículo plantear confrontaciones entre ciudades de una misma provincia cuando la tendencia es absolutamente contraria».

En consecuencia es de «responsabilidad como dirigentes que nuestras posiciones y opiniones tengan la seriedad y la profundidad que las circunstancias aconsejan».

Para el intendente de Cipolletti, Río Negro «no va a salir adelante con proyectos egoístas de cada ciudad, Río Negro saldrá adelante con un proyecto de provincia, donde algunas regiones recibirán y otras resignarán, pero deberemos tener en claro que el equilibrio logrado signifique que cada ciudad o pueblo rionegrino se sienta importante y participe del proyecto de provincia».

En su declaración el concejal Gatti sostiene que «el regionalismo interprovincial e intermunicipal es en la actualidad una referencia obligada y natural al tiempo de realizar diseños de desarrollo cuando gestionamos un municipio, por lo que los planteos localistas, lejos de optimizar las fuerzas sociales y económicas de una ciudad, tienden a comprimirlas y anularlas».

Afirma entonces que «en los tiempos que corren los modelos de desarrollo se vinculan con la integración, la cooperación y conjunción de esfuerzos entre localidades, aprovechando las condiciones y recursos naturales y humanos que cada una posee para reducir costos, mejorar servicios o planificar obras que le signifiquen al conjunto obtener los mejores resultados con el mínimo de esfuerzo.

Y acota Gatti que «años atrás el solo hecho de proponer nuevas vías de comunicación con Neuquén era motivo de las más acaloradas críticas por parte de muchos vecinos cipoleños, a pesar de ello hemos iniciado un proceso de integración imposible de detener, en el que ya estamos planteando sistemas conjuntos de seguridad, licitaciones coordinadas, legislaciones comunes para problemas similares, etc». Advierte entonces que es «necesario sostener los mismos principios en nuestra relación con las vecinas localidades del Alto Valle si no queremos retrasar el imparable reloj de la historia».


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