Arrojaron carburo en un baño del CPEM 43
El establecimiento de enseñanza media debió ser evacuado y las clases suspendidas por las emanaciones tóxicas de piedras de carburo arrojadas en los inodoros.
CUTRAL CO (ACC) Los alumnos, docentes y personal de CPEM N° 43 que funciona en horario nocturno debieron ser evacuados porque fue arrojada una piedra de carburo en uno de los inodoros. A raíz de la emanación de gas tóxico se debieron atender en el hospital local al menos a tres estudiantes. Los bomberos voluntarios fueron hasta el lugar, quitaron las piedras e inertizaron el gas. El episodio ocurrió el jueves por la noche, según explicó el jefe del cuartel, Wálter Butarelli, cuando alrededor de las 20.30 se los convocó al CPEM N° 43, donde asisten alrededor de 700 alumnos, por una cantidad de humo y un fuerte olor a podrido. Cuando los voluntarios acudieron al edificio, corroboraron que se trataba de piedras de carburo, por lo que cerraron el sector y dispusieron que se evacuaran las instalaciones. Estaban puestas en el baño, dentro de los inodoros, y al contacto con el agua reaccionaron, formando un gas irritante y tóxico. Por ello, en un principio se cerró el lugar. Las piedras fueron colocadas en los sanitarios de los hombres que están en la planta baja sobre el ala izquierda del edificio. Como el humo empezó a desplazarse por todas las aulas, incluidas las del primer piso, se resolvió la evacuación inmediata. Sin embargo, hubo un veinte por ciento de ocupantes que debió ser retirado aula por aula, porque no respondieron al primer llamado de desalojar las instalaciones. Se usa en soldadura Estas piedras de carburo, tal como informó Butarelli se utilizan mucho en la industria y en los talleres de chapa y pintura para la soldadura. Es un material de comercialización común sin restricciones pero hay que tener en cuenta que es un gas altamente tóxico y combustible e irritante para el organismo humano. A raíz de la inhalación de este gas tóxico, se debió asistir a tres personas. Dos de ellos fueron trasladadas en la ambulancia hasta la guardia del hospital de Complejidad Media y el tercero se fue por sus propios medios hasta el nosocomio. El jefe del cuartel de bomberos mencionó que en otra oportunidad, en este mismo establecimiento, se había arrojado una bombita de olor que no generó mayores inconvenientes. Pero, en cambio, este último elemento es mucho más peligroso, porque al ser tóxico puede generar graves perjuicios a las personas. Una vez que todos se retiraron de las instalaciones, los voluntarios -que debieron actuar con los equipos autónomos- realizaron las maniobras de retirar las piedras e inertizarlas. Esto demandó alrededor de dos horas, por lo que los directivos resolvieron suspender las clases. Todas las ventanas y puertas fueron abiertas para la ventilación.
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