Artesanos neuquinos, de fiesta

Celebraron los 28 años de la feria de la plazoleta central. Unos 600 stands ya exponen el fruto de su trabajo.

NEUQUÉN (AN).- «Es una celebración y una alegría para nosotros, quiere decir que en todos estos años algo hemos transmitido, cuando empezamos éramos 38 ahora somos 200. Y todos los artesanos quieren venir porque esta es una plaza fuerte, aparte, después de la crisis, tenemos un montón de nuevos artesanos que es gente que perdió su laburo y que ahora se quedó en esta actividad».

El que habla es Mario González, pionero y vocero de los hombres y mujeres que le dan vida a la plazoleta de los Artesanos de Neuquén, una marca registrada en la capital provincial.

La feria está de fiesta pues cumple 28 años y entre 500 y 600 artesanos de todo el país exhiben lo suyo, sus obras, fruto del trabajo de sus manos. «Acá no hay empleados ni trabajo industrializado, ningún Taiwán, nada de China, nada de Brasil. Los artesanos argentinos hemos defendido el valor que tiene estar la plaza del pueblo y hemos logrado ese reconocimiento», agregó González ayer por la tarde cuando la gente colmaba los bulevares de la avenida Argentina.

Por las obras que se realizan en la plazoleta frente al cine español, un grupo de artesanos levantó sus carpas y stands en la calle, que fue cortada, como es tradicional.

Ayer, apenas a dos horas de la apertura, más de tres mil personas había desfilado por el paseo extendido.

«Este lugar es espectacular, es el segundo año que vengo y estoy con muchas expectativas porque el año pasado me fue muy bien», afirmó Sebastián Milar quien cree que el movimiento que se genera sólo es comparable al de Córdoba y al de Puerto Madryn.

«La gente se engancha mucho con los colores fuertes y con los motivos africanos, sobre todo de peces», afirmó Milar, parado frente a su stand de tapices.

La municipalidad ha trabajado a destajo en las últimas horas en las cuales se levantó un escenario que este año estará frente al Palacio Municipal, junto al monolito fundacional.

«Tiene siete por tres metros y medio y se construyó de acuerdo al pedido que nos hicieron los artesanos», explicó Lucas Guevara, el director de Cultura de la municipalidad de Neuquén.

Guevara estuvo en apuros. Fue para conseguir baños químicos. Es que todo el stock disponible se fue como en una procesión a la rionegrina Chimpay donde el domingo beatificarán a Ceferino Namuncurá. Igual logró conseguir habitáculos, cuatro. «Para los artesanos se dispusieron los baños de la sala Saraco y el del museo Gregorio Álvarez. El público tiene otros medios», graficó.


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