La teoría del complot internacional
Los defensores de Dominique Strauss-Kahn aseguran que detrás del encuentro con Nasissatou Diallo hay algo mucho más profundo que un desliz sexual. Strauss-Kahn era hasta ese momento el principal candidato a suplantar al presidente Nicolas Sarkozy. Pero luego de la denuncia de Nasissatou Diallo toda su carrera política se fue a pique. En su libro “El caso DSK, la contrainvestigación”, el biógrafo Michel Taubmann afirma que se trató de una relación consentida y que hubo razones de peso para que esto ocurriera. Horas antes una amiga del ex director del FMI le había advertido que su teléfono Blackberry había sido probablemente hackeado. Días antes otro amigo, conociendo la debilidad de Strauss-Kahn por el sexo femenino, le previno que algo se estaba gestando en su contra y que tuviera mucho cuidado con quien fuera a la cama. En su investigación para “The New York Times” el periodista estadounidense Edward Jay Epstein detalló lo que ocurrió minuto a minuto aquel 14 de mayo de 2011 en el Sofitel. Epstein, quien tuvo acceso a las cámaras de seguridad, registros telefónicos y a una serie de testimonios clave, deja entrever que no son pocos los fundamentos para alimentar la teoría de un complot. Desde una de las cámaras, por ejemplo, poco después de que Diallo se contactara con su superior para contarle lo sucedido en la suite 2.806, se observa cómo Brian Yearwood, jefe de los servicios técnicos de Sofitel, y otra persona no identificada se abrazan y chocan sus manos como si festejaran un gol. Un rato antes Yearwood había estado en comunicación con John Sheehan, un experto en seguridad de la cadena Accor, dueña del Sofitel, y cuyo jefe René Georges Querry (entonces director de seguridad de la compañía) es un hombre que ha trabajado muy de cerca con Ange Mancini, quien es hoy coordinador de inteligencia del presidente Sarkozy. Raro, extraño y sospechoso.
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