Jagger y Richards
Mick Jagger y Keith Richards fueron al principio como la leña y el fuego, perfecta combinación, pero con el paso de las décadas terminaron siendo el agua y el aceite. Jagger se reformó, se convirtió en un hombre sutil, capaz de beber una gota de champán y hacer buenos negocios de un pestañeo. La histeria la dejó para los escenarios, para el minuto que duran las sesiones de fotografías. Es un señor. Por algo fue nombrado Caballero. Richards, en cambio, se enamoró de una chica 40 años más joven y se cayó de una palmera. Ambos podrían ser extraterrestres.
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