Asad dicta amnistía, pero sigue matando manifestantes
El presidente sirio sacó a sus partidarios a las calles y gana tiempo
AP
El régimen sirio movilizó a sus partidarios para contrarrestar la imagen dejada por las protestas.
DAMASCO (DPA/AFP).- Las fuerzas de seguridad sirias dispararon ayer para dispersar las manifestaciones contra el régimen, causando 15 muertos, entre ellos un adolescente, tras el anuncio de una amnistía por el presidente Bashar al Asad decretada un día después de la oferta de diálogo rechazada por la oposición. Al mismo tiempo, disparos y explosiones se oyeron en la vecina Turquía, procedentes de Siria, lo que parece indicar que el ejército sirio encargado de reprimir el movimiento de revuelta se acerca a la frontera donde están agolpados miles de desplazados sirios, según testigos. Coincidiendo con el anuncio del dirigente este martes, decenas de miles de partidarios de Asad abarrotaban la plaza de los Omeyas en el centro de Damasco, y las calles aledañas estaban bloqueadas . Los manifestantes, procedentes de Damasco y de localidades vecinas, portaban banderas sirias y gritaban consignas en favor del régimen como “Nos sacrificaremos por Bashar” o “Dios, Siria, Bashar y nada más”. Según la televisión pública, simpatizantes de Asad salieron también a las calles de Homs (centro), Alepo (norte), Latakia (noroeste), Deir Ezzor (este), Idleb (noroeste) y Deraa (sur), donde comenzó a mitad de marzo el movimiento contra el régimen. La mayoría de los analistas coincidió ayer en que el discurso del lunes de Asad demostró la determinación del régimen a luchar hasta el final contra los opositores, cuya exigencia de que dimita puede radicalizarse . “El dilema De Asad es que él sabe muy bien lo que quieren los opositores, la libertad, el cambio. Pero también sabe que no puede satisfacer sus reivindicaciones”, afirmó Hilal Khashan, profesor de ciencias políticas en la Universidad Americana de Beirut. “No quiere dejar el poder, combatirá hasta el final”, añade. Asad prometió reformas que pueden conducir al final de la hegemonía de su partido, sin lanzar medidas inmediatas. Pero no logró convencer a los opositores que organizaron inmediatamente manifestaciones después de un discurso considerado “decepcionante” y llamaron a proseguir “la revolución”. “Los regímenes autoritarios son incapaces de llevar a cabo reformas, no aceptan ser desafiados”, estima Jashan. “El presidente sabe que el multipartidismo significará que él tiene que dejar el poder y el final de la dinastía Asad”, añadió. “Va a seguir en esa línea”, estima por su parte Fabrice Balanche, de la Universidad de Lyon 2, autor de la obra “La región alauita y el poder sirio”. Habrá una radicalización de la represión y de la oposición”, añade.
AP
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