Asaltan el comercio de un ex funcionario radical

CIPOLLETTI (AC).- Llegaron, robaron y se fueron, con la celeridad de un rayo, actuando como profesionales y sin reparos, porque lo hicieron a cara descubierta y exhibiendo armas de fuego.

CIPOLLETTI (AC).- Llegaron, robaron y se fueron, con la celeridad de un rayo, actuando como profesionales y sin reparos, porque lo hicieron a cara descubierta y exhibiendo armas de fuego.

Este nuevo hecho ocurrió el lunes en un conocido local de venta de repuestos de automotores ubicado en la avenida Fernández Oro, propiedad de ex funcionario de Educación, Rodolfo Aguirre.

Este nuevo hecho ocurrió el lunes en un conocido local de venta de repuestos de automotores ubicado en la avenida Fernández Oro, propiedad de ex funcionario de Educación, Rodolfo Aguirre.

Hubo violencia, porque amenazaron y ataron al dueño y a un familiar que en ese momento atendía el local, mientras que a otros dos empleados los encerraron en el baño.

Hubo violencia, porque amenazaron y ataron al dueño y a un familiar que en ese momento atendía el local, mientras que a otros dos empleados los encerraron en el baño.

Todo empezó casi sobre el horario de apertura vespertina, a las 16.30, en el comercio de calle Fernández Oro 68, muy cerca de Mengelle, en un área hipertransitada, porque se enfrenta la rotonda del acceso Angel Pacheco, la principal vía de comunicación vehicular con Neuquén. Incluso se moviliza también mucha gente en bicicleta y a pie.

Todo empezó casi sobre el horario de apertura vespertina, a las 16.30, en el comercio de calle Fernández Oro 68, muy cerca de Mengelle, en un área hipertransitada, porque se enfrenta la rotonda del acceso Angel Pacheco, la principal vía de comunicación vehicular con Neuquén. Incluso se moviliza también mucha gente en bicicleta y a pie.

Por uno de los pasillos internos, donde se ubica la mayor parte de la mercadería, al igual que en la parte de adelante, retornaba hacia el mostrador Darío Palacios, pariente de Aguirre, cuando de golpe se encontró con un sujeto de entre 40 y 45 años, vestido de sport, que le puso directamente un revólver en el pecho y dijo: «vieja, quiero toda la guita».

Por uno de los pasillos internos, donde se ubica la mayor parte de la mercadería, al igual que en la parte de adelante, retornaba hacia el mostrador Darío Palacios, pariente de Aguirre, cuando de golpe se encontró con un sujeto de entre 40 y 45 años, vestido de sport, que le puso directamente un revólver en el pecho y dijo: «vieja, quiero toda la guita».

Atrás había otro, que Darío no pudo ver bien, mientras que los pesquisas estiman que un tercero podría haberse quedado en las inmediaciones del acceso como «campana» o en un vehículo que se habría utilizado para la fuga.

Atrás había otro, que Darío no pudo ver bien, mientras que los pesquisas estiman que un tercero podría haberse quedado en las inmediaciones del acceso como «campana» o en un vehículo que se habría utilizado para la fuga.

En tanto que uno reducía a Palacios, y lo llevaba a la oficina donde estaba Aguirre, el restante encaró a los otros dos empleados, Horacio y Mario, y con amenazas los llevó hasta el baño, sito en la parte posterior, y los encerró.

En tanto que uno reducía a Palacios, y lo llevaba a la oficina donde estaba Aguirre, el restante encaró a los otros dos empleados, Horacio y Mario, y con amenazas los llevó hasta el baño, sito en la parte posterior, y los encerró.

El sujeto que encaró a Darío lo hizo tirarse al piso de la oficina, al igual que al dueño, cortó el cable telefónico y los ató de pies y manos.

El sujeto que encaró a Darío lo hizo tirarse al piso de la oficina, al igual que al dueño, cortó el cable telefónico y los ató de pies y manos.

Darío tenía ayer las marcas del cable en sus muñecas, tal fue la fuerza del ajuste.

Darío tenía ayer las marcas del cable en sus muñecas, tal fue la fuerza del ajuste.

Los malvivientes se llevaron la recaudación -no se dio la cifra, pero podría ser de entre 400 y 600 pesos- y cambio chico que Aguirre llevaba en su billetera.

Los malvivientes se llevaron la recaudación -no se dio la cifra, pero podría ser de entre 400 y 600 pesos- y cambio chico que Aguirre llevaba en su billetera.

«Todo no pasó de cinco minutos, pero a nosotros nos parecieron 10 años», contó Darío Palacios ayer.

«Todo no pasó de cinco minutos, pero a nosotros nos parecieron 10 años», contó Darío Palacios ayer.

Así como llegaron, se fueron, perdiéndose sin dejar huellas ni más testigos que los directos damnificados, porque hasta ayer la policía no había encontrado a nadie que hubiera visto algo extraño, y menos aún detectado una pista firme sobre los sujetos, quienes pudieron haberse dirigido a Neuquén, por lo que también se alertó a la policía de la vecina provincia.

Así como llegaron, se fueron, perdiéndose sin dejar huellas ni más testigos que los directos damnificados, porque hasta ayer la policía no había encontrado a nadie que hubiera visto algo extraño, y menos aún detectado una pista firme sobre los sujetos, quienes pudieron haberse dirigido a Neuquén, por lo que también se alertó a la policía de la vecina provincia.

Personal de la comisaría Cuarta y el equipo de Criminalística, arribaron apenas una de las víctimas del atraco dio el aviso desde la casa de un vecino.

Personal de la comisaría Cuarta y el equipo de Criminalística, arribaron apenas una de las víctimas del atraco dio el aviso desde la casa de un vecino.

Buscaron huellas y rastros pero hasta anoche no se tenían datos concretos sobre la filiación de los asaltantes.

Buscaron huellas y rastros pero hasta anoche no se tenían datos concretos sobre la filiación de los asaltantes.