Aseguran que el asesinato de María Alejandra «fue planificado»

Establecen que el crimen se produjo en las primeras horas del miércoles 20. La familia de la víctima puso la mirada sobre el joven que era pareja de la chica.

NEUQUEN (AN).- A María Alejandra Zarza la asesinaron en las primeras horas del miércoles 20 y el crimen fue planificado. Estas son dos de las pocas certezas que tienen los investigadores que aún no encontraron el feto que la joven llevaba en su vientre, cuyo hallazgo se transforma en una pieza clave del enigmático caso.

La familia de la víctima puso la mirada sobre Nicolás Rinaldi, el joven de 25 años que estuvo con Zarza el martes a la medianoche y es, hasta el momento, el último que la vio con vida.

Rodolfo Quezada, que se constituye hoy como abogado querellante en la causa, dijo ayer que resulta «sospechoso» que Rinaldi no tomara contacto con la familia de María Alejandra desde que la joven desapareció hasta ahora.

La causa todavía no tiene ningún sospechoso, pero fuentes policiales confirmaron que la vivienda de Rinaldi tiene vigilancia desde hace varios días.

Ayer fue un día de dolor para los familiares de la víctima. En el cementerio central unas 300 personas despidieron a María Alejandra

Los investigadores creen que están frente a un homicidio «planificado y muy bien pensado». En eso coinciden con lo que ayer dijo Quezada en la puerta del cementerio, cuando señaló que «hubo una orquestación».

El abogado también se mostró inclinado a pensar de que existieron autores materiales e ideológicos.

La policía espera el resultado de pruebas que se enviaron a Buenos Aires en tejidos para echar un poco de luz a las muchas de las dudas que existen en esta investigación. Todavía no se sabe cómo la mataron a la joven, si llegó o no con vida a la laguna y mucho menos se conoce respecto del motivo del crimen.

La querella pedirá el auxilio de otras fuerzas policiales del país para apuntalar la investigación.

Aunque hasta aquí no hay reparos de parte de la familia sobre el trabajo que realizan fiscales y efectivos de la policía de Neuquén, una posibilidad que se maneja es que se solicite la intervención de especialistas de la bonaerense.

Bomberos y policías continuaron ayer trabajando en el desagote de la laguna ubicada en una cantera del barrio Valentina Sur. Están buscando nuevas pruebas y puede que hoy finalicen con el arduo trabajo de vaciar la laguna.

En ese lugar buscan los restos del feto, lo que permitiría determinar la paternidad, atribuida por la familia de María Alejandra a Nicolás Rinaldi.

Los investigadores también trabajaron ayer en un estudio detallado de la fauna del sitio. En el trabajo de campo intervienen veterinarios y apuestan al resultado de un informe que estará concluido en las próximas horas.

Los detalles sobre la población de animales que habitan en el escenario del crimen permitirán conocer los factores externos que intervinieron en el ataque al cuerpo.

Cuando fue hallada, la víctima se encontraba boca arriba, semidesnuda y algo sumergida. Pero partes de su rostro y de una pierna presentaban severas lesiones.

Sólo algunos golpes

Lo único que se sabe de la autopsia hasta ahora es que el cuerpo presenta un golpe en la pierna izquierda y en la cadera. No tenía impacto de bala ni heridas de arma blanca, por eso se están peritando pulmones y vísceras para detectar otras causales de muerte.

La otra punta de la investigación está en la ampliación de testimonios que siguen desfilando por sede judicial. «Hasta ahora no encontramos ninguna fisura», dijo ayer a «Río Negro» una fuente allegada a la investigación que describió a este caso como el más complejo de los últimos años.

La investigación es por demás complicada. El tiempo que transcurrió desde que María Alejandra se fue de su casa, el martes 19 a las 22.55 con Rinaldi, hasta que su cuerpo apareció sin vida una semana después en Valentina Sur, juega en contra de policías y fiscales que quedaron aún más desorientados cuando detectaron, luego de la pericia forense, que el feto no estaba en el vientre de la madre.

María Alejandra pudo haber tenido un parto inducido, tal vez producto de golpes recibidos. Pero la anticipación de un alumbramiento puede suceder de otras dos formas, naturalmente o por goteo.

En esta última hipótesis, y si el feto no aparece, la causa tomaría otro rumbo. La posibilidad de que los investigadores tengan entre manos un caso sobre tráfico de bebé sigue latiendo en medio de una imparable ola de versiones.


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