Aseguran que no es inminente un aumento de salarios

El gobierno enfrió la posibilidad de un incremento a trabajadores privados y estatales. Entre Ríos se sumó a Buenos Aires en rechazo de la suba proyectada.

El Gobierno reiteró hoy que «no es inminente» una suba de salarios para los trabajadores de los sectores público y privado, al tiempo que empleados estatales bonaerenses reclamaron un recomposición de sus sueldos, bajo advertencia de llevar adelante medidas de fuerza.

Por su parte, el gobierno de Entre Ríos aseguró que no está en condiciones de mejorar los sueldos de sus empleados, y se sumó así al de Buenos Aires, que el viernes advirtió sobre la inconveniencia de que la Nación otorgue aumentos a los trabajadores públicos.

«El Gobierno vive analizando esa situación y en algún momento se va a dar», indicó Fernández a radio Mitre, al tiempo que subrayó que la posibilidad de aumentar salarios «no es inminente, no es mañana, es todo un proceso que se tiene que ir cerrando».

El titular de la cartera política señaló que en los últimos días «se daba como sentado que restaba definir y que inexorablemente en pocos días más tenía que estar el aumento, y eso -dijo- no es verdad».

No obstante, puntualizó que «no significa que el Gobierno no le preste atención a la situación del salario, de los mínimos y de los jubilados, y a la necesidad de generación de consumo», y añadió que «seguramente (el ministro de Economía Roberto) Lavagna y (el de Trabajo Carlos) Tomada deben estar trabajando desde hace mucho con estos temas».

De todos modos, subrayó que «puede haber reuniones de los ministros de Economía y Trabajo y no necesariamente trabajar en función de un aumento determinado, no para mañana».

La posibilidad de que la Nación otorgue un aumento salarial a sus empleados, ya generó los primeros reclamos por parte de los trabajadores públicos de la provincia de Buenos Aires, sobre todo tras las declaraciones vertidas por la administración de Felipe Solá, desde donde consideraron que «no es conveniente» imitar la medida de la administración central.

El secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Hugo Godoy, indicó que los estatales bonaerenses permanecen en «estado de alerta», y anticipó que el próximo miércoles, cuando se reúna la mesa de diálogo entre los gremios y la Provincia, se demandará el pase a planta permanente de los empleados que se desempeñan «en negro» y un aumento salarial.

Ante la cada vez más firme versión, aunque todavía no confirmada oficialmente, de que los empleados públicos nacionales recibirán una mejora en sus salarios, el ministro de Economía bonaerense, Gerardo Otero, sostuvo que «no es conveniente en este momento volver a otorgar un aumento salarial», porque puntualizó que «la Provincia ha hecho todos los esfuerzos para el incremento dado en julio». Sin embargo, Godoy consideró que la Provincia tiene dinero para dar un nuevo aumento salarial, y no descartó que si no hay definiciones en los próximos días puedan organizarse nuevas medidas de fuerza.

Por su parte, el gobernador de Entre Ríos, Jorge Busti, advirtió que su provincia no está en condiciones de disponer nuevos aumentos salariales sumados a los que «ya han sido otorgados».

Diferentes posturas ante una medida polémica

El titular de la Asociación de Bancos Públicos y Privados de la República Argentina (ABAPPRA), Carlos Heller, advirtió ayer que incrementar salarios no es la única política redistributiva de la riqueza, pero consideró que «está bien» el reclamo de las centrales obreras por incrementos de sueldos.

El titular de la cámara que nuclea a la banca cooperativa y provincial afirmó que entre las acciones que se pueden encarar desde el estado figuran «políticas impositivas diferentes, una mejor asignación del gasto, y pensar en cómo se manejan los planes asistenciales de modo de que sean generadores de empleo y no de subsidios».

En tanto, el abogado laboralista de la Confederación General del Trabajo (CGT), Alberto Tomasone, sostuvo «la incorporación de los 250 pesos (otorgados por el Gobierno) a los salarios convenios, todavía da un margen a los empresarios en favor de sus costos del 37 por ciento».

En consecuencia, estimó al hablar por radio Colonia, un nuevo aumento salarial «no debería trasladarse a los precios».

Los ex presidentes Raúl Alfonsín y Eduardo Duhalde se manifestaron a favor de que se otorgue un aumento de sueldo a los sectores privado y público.

En declaraciones formuladas a la prensa, el ex presidente Alfonsín aseguró que el incremento «no sólo hay que hacerlo por cuestiones económicas sino por cuestiones éticas. Hay razones muy concretas que lo justifican porque es indispensable aumentar el poder de compra del pueblo».

Por su parte, Duhalde expresó su acuerdo con un aumento de sueldos, al sostener que es «un requisito necesario para que (la gente) pueda vivir dignamente».

«No creo que un aumento de salarios tal como está planteado vaya a poner en riesgo el proceso económico, me parece que nada de eso puede pasar. La gente necesita aumentar su poder de compra», enfatizó Duhalde.

Los ex presidentes se expresaron en estos términos en declaraciones radiales formuladas desde Venezuela, donde participan como veedores en el referendum sobre el mandato de Hugo Chávez.

 

 

(Télam/DyN)


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