Asesinan a quintero boliviano en Escobar

BUENOS AIRES (Télam).- Un quintero boliviano fue asesinado ayer por tres delincuentes que entraron a robar a su vivienda de la localidad bonaerense de Matheu, la misma zona donde se registraron durante el 2.000 numerosos ataques a miembros de esa colectividad, lo que entonces mereció la intervención del gobierno boliviano.

La policía informó que el crimen ocurrió en la madrugada cuando tres hombres armados se introdujeron en el dormitorio de la finca de Saavedra 1300, en la zona norte del conurbano bonaerense, donde se encontraba Víctor Achura Sardina, de 25 años, junto a su hermano.

Los asaltantes amenazaron a los jóvenes con una escopeta, un revólver y un arma blanca y le robaron la billetera a Achura Sardina, que guardaba unos 50 pesos en su interior.

Según explicaron los voceros, la víctima del robo extrajo un arma cuando los ladrones se disponían a huir del lugar y los individuos, al percatarse de esto, le respondieron con un disparo de escopeta que impactó en el pecho de Sardina.

Los padres del joven, que en ese momento se encontraban en otra habitación, trasladaron a su hijo al hospital local de Escobar, donde falleció minutos después de ingresar.

Los delincuentes permanecían prófugos, dijeron fuentes policiales.

El caso, a cargo del fiscal de la Unidad Funcional de Investigaciones 2 (UFI2) de Zárate Campana, Juan José Maraggi, fue caratulado como homicidio y robo calificado.

Este hecho se suma a la larga lista de asaltos, atentados y torturas que sufrieron familias de quinteros bolivianos en Zárate, Escobar, Campana, Pilar y General Rodríguez el año pasado.

La sucesión de estos ataques motivó en junio pasado que el ministro del Interior, Federico Storani, se reuniera con el canciller de Bolivia, Javier Murillo de la Rocha, quien reclamó seguridad para sus connacionales.

Los funcionarios de ambos países evaluaron los hechos de violencia que sufrieron los integrantes de la colectividad del vecino país. El titular de la cartera política argentina transmitió a Murillo de la Rocha la “preocupación y repudio” del gobierno argentino, así como las gestiones encaradas para resolver estos “hechos aberrantes”.

El primer asalto violento ocurrió el 23 de mayo de 2000, cuando quince delincuentes encapuchados asaltaron a familias de quinteros en una casa de Los Cardales, atacaron a hachazos a Rómulo Carrizo y picanearon a Abel Martínez para que dijera dónde guardaba dinero.

Uno de los últimos ataques a miembros de la comunidad boliviana se registró el 16 de agosto último.