Asesinaron a un joven en Zapala porque se negó a jugar al pool

ZAPALA (AZ).- Un joven resultó muerto de una puñalada y otro perdió un dedo, como consecuencia de una gresca que se desató el miércoles a la madrugada en esta ciudad. El episodio se registró en el predio del ferrocarril después de que grupo de jóvenes ingiriera abundante alcohol en una confitería cercana y se habría originado en la negativa de uno de ellos a jugar un partido de pool con otro. Tres menores, entre los cuales estaría el autor del hecho, fueron demorados y puestos a disposición de la justicia.

La larga noche de copas terminó de la peor manera para un adolescente de 19 años. El chico, de apellido Miñañanco, murió al recibir un puntazo que le seccionó el hígado. Un amigo de 18 años, de apellido Acuña según las fuentes consultadas por este diario, salvó su vida pero perdió un dedo ante la furia de los agresores quienes lo atacaron con un arma blanca.

Al parecer, el grupo de unos ocho muchachos pasó buena parte de la noche bebiendo en un bar ubicado a escasos metros del ferrocarril. En determinado momento, uno de ellos habría propuesto jugar al pool, pero como no encontró eco comenzaron los insultos cruzados.

La trifulca continuó en la calle donde Miñañanco y Acuña se habrían trenzado a trompadas y botellazos contra los menores. En determinado momento, uno de los agresores extrajo de entre sus ropas un cuchillo y en un certero movimiento alcanzó a cortarle un dedo a Acuña. Desesperado por el dolor y la sangre que comenzaba a fluir, el muchacho detuvo un auto que pasaba por allí y se dirigió al hospital. Minutos más tarde regresó para buscar el miembro pero el intento de injerto habría fracasado, según consignaron voceros con acceso a la causa.

Menos suerte tuvo Miñañanco ya que tras ser acorralado, recibió un cuchillazo en el hígado que le provocó la muerte tras una corta agonía.

La policía alcanzó a detener cerca de la escena del crimen a dos de los supuestos agresores mientras que el tercero fue ubicado en los alrededores de un supermercado de la calle Avellaneda instantes después de que enterrara el arma que utilizaron para ultimar a la víctima.