Atacaron una comisaría tras la detención de un joven

Ocurrió ayer a la madrugada en Parque Industrial de Neuquén. Una patota fue reprimida con gases y balas de goma. Lesionaron a un efectivo, dañaron el edificio y dos patrulleros.

NEUQUEN (AN).- Los efectivos de la comisaría 20 del barrio Parque Industrial, debieron usar balas de goma y gases lacrimógenos para frenar la furia de una numerosa patota de jóvenes del lugar, que indignados porque habían detenido a uno de sus compañeros, intentaron liberarlo a la fuerza. Un efectivo resultó con lesiones, el edificio fue apedreado desde todos los sectores y dos móviles policiales terminaron con el parabrisas roto y la carrocería abollada.

El violento episodio comenzó minutos después de las 24 y se extendió por casi tres horas, cuando después de un intenso despliegue de patrullas, convocadas ante alto grado de violencia que alcanzaron los enfrentamientos, se logró sofocar la revuelta.

Uno de los jóvenes fue detenido, pero tras los trámites de rutina para este tipo de hechos fue liberado, varias horas después.

Las piedras, de todos los tamaños, las latas y vidrios, quedaron desperdigados alrededor de la comisaría. Los piquetes en las paredes eran clara muestra de la violencia del ataque. Los efectivos se limitaron a reprimir a los revoltosos en el perímetro de la sede policial.

«Parecía una guerra, que no iba terminar nunca. Ya estamos cansados, siempre pasa lo mismo. Cuando no es por una cosa es por la otra, pero la inseguridad no nos deja vivir en paz», dijo un vecino ayer, para relatar los incidentes.

«Comisaria Nº 20, al servicio de la comunidad», dice como un mensaje del cartel que está ubicado en el ingreso de la dependencia policial. Lo cierto es que lejos de congraciarse con los jóvenes del barrio, los policías tuvieron en la madrugada de ayer otro de sus clásicos enfrentamientos.

También, como hace desde hace tiempo, la cronología de los hechos fue la misma: un grupo de jóvenes bebiendo vino o cerveza en una las estrechas callejuelas del barrio, una patrulla intentó identificarlos, los jóvenes se resistieron, hubo forcejeos, la sirena policial reclamó apoyo, uno de los sujetos fue detenido -de 29 años- y lo trasladaron a la comi

saría. Sólo los escasos minutos que le demandó al grupo caminar desde la calle 6, donde se llevó a cabo el procedimiento, a la comisaría, duró la calma. Cuando la patota llegó al destacamento los efectivos los esperaron con balas de goma y gases. El enfrentamiento fue violento y el intercambio de pedradas y disparos alcanzó una gran intensidad.

Pero como también siempre ocurre en estas situaciones, el detenido fue inmediatamente trasladado a la comisaría del centro de la ciudad y, después de un par de horas, la violencia se disipó.

«En una recorrida de rutina una patrulla detectó a un grupo de jóvenes, todos muy conocidos, de este barrio, y cuando intentó identificarlos se resistieron», dijo una fuente policial.

En ese momento uno de los efectivos fue blanco de la reacción del joven y resultó con heridas leves. No obstante, el hombre fue arrestado y llevado a la comisaría.

Fue ahí cuando sobrevino la reacción del resto de la patota, que optó por ir a la comisaría a reclamar la libertad del detenido. Lo hicieron a su modo: arrojando todo tipo de proyectil contra el edificio y los patrulleros.


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