Atenas atraviesa el peor momento de su historia en la Liga Nacional

Duro revés para los "griegos" de Córdoba ha significado la eliminación del torneo superior liguero. El verdugo fue Quilmes, que le ganó nada menos que en Córdoba, privando al conjunto de la Docta de ingresar en las semifinales del torneo. Un ciclo que coloca a la entidad en un plano de incertidumbre.

Atenas, el equipo más ganador no solo en el orden local sino también en el internacional, vive su hora más crítica al quedar marginado por primera vez de las semifinales de la Liga Nacional de Básquetbol.

¿Es el final de una dinastía de jugadores? Un grupo que ganó todo, porque a las seis ligas nacionales, hay que sumarle dos ligas sudamericanas (1997 y 1998), dos sudamericanos de clubes (1993 y 1994) y un panamericano (1996).

Números que son irrefutables para ponerlo como el mejor equipo de los últimos 15 años, que se caracterizó por el manejo correcto de sus dirigentes, por tener el apoyo incondicional de los sponsors y porque siempre fue la imagen de un equipo compacto y que mostró una identidad en su juego.

Sin embargo, todo se vino abajo en menos de un año. Los dirigentes equivocaron el camino, porque más alla del interés de los resultados quisieron que de la noche a la mañana y con equipo renovado, se lograran plasmar éxitos.

No pensaron que sin una de sus estrellas como «Pichi» Campana -a quien no se le renovó el contrato-, Leandro Palladino y Diego Osella -quienes emigraron a Europa-, el equipo iba ser el mismo y ganaría todo lo que jugara.

La pérdida de la tercera edición del Atenas Tournament, a manos del Reggio Calabria de Italia, y la posterior frente a Estudiantes de Olavarría, en la final de la Copa de Campeones, fueron dos duros golpes.

No obstante, luego del triunfo ante Quilmes que lo devolvió a la punta de la A-1, los directivos decidieron el pasado 5 de marzo despedir al entrenador Pablo Coleffi (31 triunfos y 8 reveses e invicto en la Liga Sudamericana), alegando que había una presión de los sponsors, que decían que el equipo no jugaba a nada y no tenía una propia identidad de juego. Una respuesta pueril para justificar el despido del técnico bahiense, quien fue respaldado por sus colegas.

Para reemplazarlo se optó por Mario Milanesio, quien tenía como experiencia haber sido ayudante en las últimas dos temporadas, primero de Medardo Ligorria y luego del propio Coleffi.

La eliminación en semifinales, a manos de Estudiantes de Olavarría aceleró «determinaciones y se contrató a John Eubanks y se hizo uso de la opción de un tercer extranjero, trayendo al pivote Raymond Brown, quien venía de ser cortado en el Livorno de la A-2 de Italia.

Nada cambio, porque el equipo pese a ganar los dos primeros juegos de cuartos de final con Quilmes siguió sin tener un planteo de juego, ya que se priorizaban las individualidades. Todas las jugadas de ataque pasaban por Eubanks (se pagó 40.000 dólares a Estudiantes de Olavarría y otros 30.000 de sueldo al jugador) sólo por jugar seis partidos.

Al mismo tiempo, los dirigentes informaron a viva voz que tanto Eubanks, como Osborne y Brown ya habían sido confirmados para la temporada 2001-02. Ahora seguramente serán a los primeros que nos los tendrá en cuenta.

La inclusión de Eubanks sólo le aportó más gol, pero en cambio se perdió marca en el perímetro y se le quitó protagonismo y minutos a jugadores como Walter Hermann, Roberto Gabini y Bruno Lábaque. Otro tanto sucedió con el alapivote Leonardo Gutiérrez (antenoche cuando fue relevado a pocos minutos del final insulto reiteradamente al entrenador), mientras que a Andrés Pelussi se lo noto falto de básquetbol y confianza, tras la fractura sufrida en una de sus manos y que lo marginó de las canchas durante dos meses. En su reemplazo se contrató a Diego Osella, quien venía de ser echado del Proaguas de Alicante y que pareció falto de forma física y de confianza.

El impacto ha sido terrible, porque no se sabe que va a suceder con los sponsors (Telecom y Supermercados Discos aportaban 500.000 dólares cada uno por dos temporadas), como así los restantes que redondeaban otros 400.000 de la moneda norteamericana. Asimismo, se perderán importantes ingresos (unos 2000 mil dólares), que iban a entrar en las arcas del club cordobés si llegaba a la final.

Todos estos interrogantes se irán develando con el transcurrir de los días. (Télam).

Marcelo Milanesio amaga con el retiro

Marcelo Milanesio, dejó abierta la posibilidad de su retiro del básquetbol profesional, después de la eliminación que sufrió el equipo cordobés.

«En estos meses debo decidir sobre mi futuro, ya lo había dicho antes de iniciar la Liga. Siempre afirmé que mi sueño es retirarme campeón», reveló Milanesio.

Por primera vez en su carrera, el histórico base cordobés deberá ver desde afuera la semifinal de la Liga Nacional. «Es una situación muy complicada, que nunca antes había vivido. Sin dudas, es uno de mis momentos más difíciles como jugador de básquet. Anímicamente fue mi peor año. Estoy muy triste», admitió.

Después de comparar la eliminación con «un velorio», Milanesio intentó explicar la derrota. «No supimos cómo y no hicimos lo que teníamos que hacer. Quilmes jugó bárbaro». Mientras tanto, afuera del estadio, un grupo de unos 50 hinchas del equipo griego esperó la salida de los dirigentes y les reclamó por la formación del equipo.

Se produjeron algunos forcejeos y el altercado finalizó con el grito de guerra de la Liga pasada: «Pichi, Pichi, Pichi…», en velada alusión a la ausencia de Héctor Campana. (Télam).


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