Atenas: más caos tras entierro del joven tiroteado

La violencia se trasladó a zonas residenciales tras el funeral. Decenas de bancos, comercios y vehículos fueron destruidos. La denominada generación de los 600 euros encabeza las protestas.

ATENAS.- Cientos de jóvenes chocaron ayer con policías antidisturbio en áreas residenciales en Atenas, luego del funeral del joven de 15 años que fue abatido por una bala policial y que originó disturbios durante cuatro días en toda Grecia.

Miles de personas acudieron ayer al cementerio en el suburbio de Paleo Faliro en Atenas para asistir al funeral de la víctima, mientras que a pocos metros cientos de jóvenes se enfrentaban con la policía.

Decenas de negocios y bancos fueron destruidos durante los enfrentamientos. Habitantes de las zonas residenciales ubicados en sus balcones gritaban a la policía para que detuviera el lanzamiento de los gases lacrimógenos.

Cientos de estudiantes se enfrentaron a las fuerzas de seguridad frente al Politécnico y la Universidad de Economía en el centro de Atenas, donde por ley está prohibido que la policía actúe.

La explicación

Qué es lo que está podrido en nuestra sociedad, se preguntan los analistas en diferentes medios. Al parecer no resulta suficiente explicación remitirse a las escenas de caos. «Se trata de una cuestión mucho más profunda», afirmó el redactor jefe del diario de izquierda «Avgi», Nikos Filis, haciéndose eco de un sentir popular. Hay mucha bronca en la sociedad. La denominada generación de los 600 euros se ha decidido a protestar. «Ellos nos están diciendo qué es lo que marcha mal». Son miles los jóvenes que, tras cursar estudios superiores durante años y obtener excelentes notas, tienen un futuro sombrío ante sí. «Han estudiado durante años, pero luego sólo encuentran empleos a tiempo parcial», señala Filis. Con 600 euros no se puede formar una familia o permitirse una vivienda. «Ahora salen a la calle y nos dicen lo que nosotros los mayores hemos hecho mal», señala el diario de izquierda liberal «To Vima».

También echar la vista atras, a los tiempos más oscuros de Grecia, podría ayudar a comprender esta irrupción de violencia. «En los años 70 luchamos por la democracia y contra la Junta (dictadura militar) en Grecia y cantamos canciones de Mikis Theodorakis», comenta un psicólogo en televisión mientras recuerda una canción del gran músico griego basada en un texto del escritor Giannis Ritsos, que durante la dictadura fue encarcelado varias veces por comunista: «Pronto tañerán las campanas de libertad». La siguiente generación vivió un mundo político completamente diferente, añadió el psicólogo. Tras el restablecimiento de la democracia en 1974 se creó un sistema bipartidista del que surgieron los conservadores de Nea Dimokratia y los socialistas del Pasok, el Movimiento Socialista Panheleno. Ambas formaciones han ido alternándose en el poder y muchos sienten que se ha llegado a un estancamiento. Son dinastías las que se van sucediendo en la lucha por el poder. Los observadores señalan que el país depende prácticamente de la lluvia de millones procedentes de las subvenciones de la Unión Europea. Afortunados son aquellos que tienen «conexiones» con algunos de los partidos en el gobierno.Cuando cae la noche las manifestaciones despliegan con toda la violencia su odio contra esta clase política. Grupos de unos pocos miles de jóvenes aparecen como una nueva versión del «lumpenproletariado», señala Nikos Maniatis, profesor de un secundario. En su opinión, los jóvenes se han distanciado de la sociedad y no tienen reparos en emplear una violencia brutal.


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