Athina, la heredera del imperio
Es la nieta del legendario Aristóteles Onassis.
Muchos griegos temen que de esta manera se acerque el fin de la saga Onassis. La leyenda en torno del armador griego se asemeja mucho a una tragedia de la antigüedad clásica y por eso los conmueve tanto. La nación de marineros se ve reflejada en la historia del desplazamiento de Asia Menor tras una guerra perdida con Turquía hacia los rascacielos de Nueva York y la creación de un «imperio económico mundial Onassis».
Todo estuvo acompañado de muertes misteriosas, así como de bodas y divorcios en el marco del jet-set internacional.
No importa qué tan duro y sin escrúpulos haya sido Onassis. Logró que los griegos confiaran en él. Consideraban que él y su familia nunca habían olvidado a Grecia a pesar de su riqueza.
«Tememos que con Athina sea diferente», comentan una y otra vez los habitantes de Atenas, para los cuales Athina Onassis es una desconocida.
La tímida joven vive vigilada por 15 guardaespaldas británicos en Bélgica y en Suiza junto con la familia de su padre, Thierry Russel. Su madre, Christina Onassis, murió el 29 de noviembre de 1988 en Argentina.
Athina apenas habla algunas palabras de griego y visita en muy pocas ocasiones la patria de su abuelo.
Por eso, no extraña que los griegos se preocupen. «¿Cómo se comportará la pequeña Athina? ¿Qué tan fuerte es la influencia de su padre sobre ella?», se pregunta la prensa griega.
Una disputa de más de diez años de duración entre la comisión directiva de la Fundación Onassis en Atenas, que administraba el patrimonio de la familia, y su padre Thierry Russel aparentemente «ofendió» a la joven, comenta la prensa.
La controversia tuvo como resultado que los tribunales otorgaran a una empresa de asesoramiento financiero suiza la administración de la fortuna de Onassis.
En Atenas circulan rumores que señalan que el gobierno griego contactará a Athina próximamente con el fin de conseguir que invierta en Grecia.
El patrimonio Onassis abarca 150 empresas con sede en Liechtenstein y Panamá, así como acciones de bancos suizos, IBM y otras empresas de todo tipo.
Además, Athina posee una isla en el Mar Jónico, a la que se retiró su abuelo, así como varias casas en Atenas, París y Saint Moritz. Se desconoce cuál es el valor de las joyas de la familia, depositadas en cajas fuertes de bancos suizos. (DPA)
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