Atrapan a un comando «español» de Ben Laden

Once integraban la célula extremista islámica. Eran ex combatientes afganos y reclutaban a jóvenes.

Madrid (EFE).- Once presuntos integrantes de la red terrorista dirigida por Osama Ben Laden fueron detenidos ayer en Madrid y Granada, entre ellos su máximo representante en España, el hispano-sirio Imad Eddin Barakat Yarbas, alias «Abu Dahdah», informó ayer el Ministerio del Interior.

Los presuntos terroristas fueron capturados en el marco de la denominada «Operación Dátil», puesta en marcha por la Policía española bajo la dirección del juez Baltasar Garzón.

A los detenidos, en su mayoría españoles de origen tunecino o argelino, se les intervino documentación falsa y armas de fuego, según el Ministerio del Interior.

Los detenidos mantenían contactos con el Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC). de origen argelino, desarticulado en septiembre por las Policía española tras los atentados de Nueva York y Washington.

Por su parte, fuentes jurídicas añadieron que se han practicado catorce registros y se investiga si alguno de los detenidos está relacionado con terroristas que hayan cometido alguno de los atentados de EEUU y su grado de vinculación con Al Qaeda (La Base), organización liderada por Bin Laden.

En Madrid fueron detenidos «Abu Dahdah»; Luis José Galán González, alias «Yusuf Galán»; Jasem Mahboule, alias «Abu Mohamad»; Bassan Dalati Satut, alias «Abu Abdo»; Mohamed Ghaleb Kalaje Zouaydi, alias «Abu Talha»; Osama Darra, alias «Abu Thabet» y «Abu Bashir»; Mohamed Needl Acaid, alias «Nidal»; Said Chedadi, alias «Said»; Ahmad Raghad Mardini Dakichl, alias «Abu Amer»; y Mohamed Arabi Shehimi.

En Granada, en el sur de España, fue detenido Mohamed Zaher Asade.

La mayoría son antiguos muyahidines (combatientes islámicos) en Afganistán, Bosnia u otros frentes de lucha islámicos o han participado en cursos de adiestramiento terrorista en campamentos de Afganistán y otros países, según el Ministerio del Interior.

El sirio «Abu Dahdah», nacionalizado español, es considerado el «representante» de la organización de Bin Laden en España. Sus principales actividades consistían en el reclutamiento de jóvenes extremistas islámicos para su envío a campos de entrenamiento terrorista en Afganistán y otras zonas y en tareas de financiación del «Movimiento Muyahidin» mediante la recaudación de dinero procedente de diversas fuentes, entre ellas el uso fraudulento de tarjetas de crédito robadas.

Otras actividades del grupo que presuntamente dirigía «Abu Dahdah» era facilitar documentación falsa a los «muyahidines» que lo necesitan, darles cobertura y prestarles apoyo cuando llegan a España o pasan por España en tránsito y buscar nuevas zonas o países donde instalar nuevos campos de entrenamiento terrorista.

Para realizar sus tareas, «Abu Dahdah» mantenía numerosos contactos con destacados extremistas islámicos en Europa.

Entre ellos, el líder religioso Omar Mahmud Othman, alias «Abu Qutada», que vive en el Reino Unido; el belga de origen tunecino Tarek Maroufi, reclamado para su extradición por las autoridades italianas por terrorismo, y Mamoun Darkazanli alias «Abu Ilyas», residente en Alemania y cuyas fuentes financieras han sido bloqueadas recientemente dentro de la campaña internacional contra Bin Laden.

Por este motivo realizaba numerosos viajes principalmente a países europeos y Turquía y también a Indonesia y Malasia, y con toda probabilidad a Afganistán en el pasado, aunque carece de trabajo y no se conoce que tenga ninguna fuente de ingresos.

En Afganistán, dos de sus principales contactos eran Anwar Adnan Mohamed Salah, alias «Cheij Salh», y Mustafá Setmarian Nasar, alias «Abu Musab», máximos responsables de sendos campos de entrenamiento en aquel país. La «Operación Dátil», que continúa abierta, es fruto de las investigaciones policiales llevadas a cabo estos dos últimos años y la Policía se ha incautado de numeroso material informático, vídeos, documentación falsa y varias armas de fuego del calibre 22.

Dos años de investigaciones

Los arrestos de ayer fueron del fruto de una investigación de dos años, encabezada por el juez Baltasar Garzón, quien cobró notoriedad en el extranjero por sus intentos por juzgar al ex dictador chileno Augusto Pinochet en España bajo cargos de violar los derechos humanos.

No el primer operativo contra presuntos militantes islámicos que operan en España relacionados con Ben Laden Dos semanas después de los ataques que destruyeron el World Trade Center en Nueva York y parte del Pentágono en las afueras de Washington, la policía española arrestó a seis argelinos acusados de pertenecer a Daawa wal Jihad, con sede en Argelia, que según Rajoy formaba parte de la red Al Qaeda de Bin Laden.

Los sospechosos fueron acusados de falsificar documentos para otros militantes y realizar fraude con tarjetas de crédito para financiar actividad rebelde en Argelia y comprar equipos para los guerrilleros en Chechenia.

En junio, la policía arrestó a Mohamed Bensakhira, un presunto miembro del grupo de Ben Laden, que fue extraditado a Francia para enfrentar acusaciones de planear atentados en un mercado o una catedral de Estrasburgo en Navidad del 2000.

Mohammed Atta, un egipcio que se cree piloteó uno de los aviones que se estrellaron contra las Torres Gemelas, recorrió 2.000 kilómetros en un auto alquilado durante dos semanas en julio, cuando se reunió con otros extremistas en España.

EE. UU. podrá juzgar a los terroristas en cortes militares

WASHINGTON (ANSA) – El presidente George Bush, con obtuvo poderes especiales del Congreso tras la emergencia por los trágicos atentados del 11 de septiembre, autorizó el juzgamiento de los acusados de terrorismo en comisiones militares especiales en vez de tribunales civiles.

Según lo informó un asesor de la Casa Blanca, Albert Gonzáles, la medida firmada por Bush es otro camino para llevar a los sospechosos de los atentados de Nueva York y Washington a la justicia. Gonzáles, un ex juez de la Suprema Corte de Texas y el asesor legal más importante de Bush, añadió que «se trata de una nueva herramienta contra el terrorismo» y ponderó para estos casos las ventajas del recurso a esos tribunales, por encima de los civiles.

Los abogados consideran que en las cortes marciales es más fácil proteger las fuentes y métodos y procedimientos de investigación, a la vez que esta clase de tribunales también pueden constituirse fuera de los Estados Unidos.

Para Gonzáles, uno de los hombres de mayor confianza del jefe de la Casa Blanca, «puede haber tiempos en los las fiscalías perciben que un juicio en Estados Unidos puede ser inseguro».

Agregó que «esto no debería ser necesario y que el presidente adoptó esa determinación aunque no quiere utilizar esta herramienta, pero considera apropiado que esté disponible».

Gonzáles declaró a la prensa que «la norma no identifica por el nombre a quien debiera ser expuesto a la justicia militar, (…) y provee un marco que, en el caso en que el presidente lo necesite en un futuro, pueda» ordenar al secretario de Defensa, Donald Rumsfeld el establecimiento de ese tribunal.

La medida es el último esfuerzo de la Administración Bush para endurecer las leyes contra el terrorismo en Estados Unidos.

Después de los atentados del 11 de septiembre, el gobierno estadounidense impulsó a través del Congreso una ley antiterrorista que, para los grupos de libertades civiles, fue mucho más allá, porque viola los derechos constitucionales de los norteamericanos.

También amplía la capacidad de grabación telefónica y vigilancia electrónica por parte de las autoridades e impone fuerte penalidades por proteger o financiar a terroristas.


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