Aumenta el número de chicos muertos en accidentes

En Neuquén subió 50% en un año. Por cada uno, tres quedan con secuelas.

NEUQUÉN

NEUQUÉN (AN).- En el 2014 en la provincia del Neuquén murió por mes un niño menor de cuatro años y por cada chico fallecido resultaron tres menores de entre 8 y 10 años con lesiones irreversibles. Estas cifras marcan un incremento del 50% en la cantidad de niños muertos en comparación con los tres años anteriores.

Estos datos fueron aportados por la titular del Sistema Integrado de Emergencias de Neuquén, Luciana Ortiz Luna, en la jornada sobre concientización vial, que se realizó ayer en el marco de la Semana Mundial de la Seguridad Vial de los Niños. El encuentro fue impulsado por la Organización de Naciones Unidas y la ONG Bien Argentino. Además participaron la organización Estrellas Amarillas y las integrantes de la Asociación Madres del Dolor Isabel Yaconis y Vivian Perrone.

Los especialistas brindaron charlas sobre todos los riesgos a los que se expone un niño al salir a la calle y las medidas de prevención que se deben aplicar para prevenir incidentes viales.

Ortiz Luna comentó que en la provincia se vienen registrando estadísticas muy preocupantes en relación con la participación de los niños en hechos viales con víctimas fatales. “Repasando el último año en la provincia se registró un niño fallecido por mes en incidentes viales. De estos niños fallecidos, lo que nos llama poderosamente la atención es que en el mundo los niños muertos en incidentes de tránsito son peatones en su gran mayoría. En nuestra provincia son todos pasajeros de vehículos”, aseguró la médica del SIEN.

A estos datos se suman que por cada niño fallecido, resultan con heridas graves que dejan secuelas irreversibles unos tres niños de entre 8 y 10 años y otros 50 heridos de moderada a leve gravedad. La médica agregó que las rutas con mayor siniestralidad son las 237, 40, 7 y 22.

Las muertes de niños están directamente asociadas a no usar el cinturón de seguridad, ausencia de las butacas reglamentarias o por viajar en los asientos delanteros solos o en la falda de alguno de sus padres.

“Mueren en los brazos de los que más los quieren, esto es la mamá lo lleva a upa. ¿Se puede decir que esa mamá no quería a su hijo? De ningún modo, pero pensó que era la mejor forma de cuidarlo. Ante una colisión la primera reacción que es un reflejo que no se puede manejar, es estirar los brazos y de esta forma soltamos al que estamos sujetando”, explicó Ortiz Luna.

Los profesionales que participaron de la jornada resaltaron en varias oportunidades la necesidad de un cambio en la sociedad en general para concientizar sobre la prevención de hechos viales. “Saber las reglas, cumplirlas y hacerlas cumplir”, fue el lema.


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