Aún restan planteos por resolver en Honduras
Imprecisiones en el acuerdo generan incertidumbre. El nerviosismo cunde en la gente de Zelaya.
TEGUCIGALPA (AFP) – Los hondureños celebran el acuerdo entre el gobierno de facto y el presidente derrocado Manuel Zelaya, pero aún resta saber cómo, cuándo y si efectivamente el mandatario depuesto regresará al poder como exige la comunidad internacional, dijeron expertos a la AFP.
El acuerdo rubricado el viernes, y que entró en vigor desde el momento de la firma, deja claro que es el Congreso el que debe decidir el retorno al poder de Zelaya, del que fue depuesto en un golpe de Estado del 28 de junio. Sin embargo, el texto firmado bajo la égida de una delegación enviada por la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, no especifica ni cómo ni cuándo se prevé el retorno de Zelaya y ni siquiera cuándo se reunirá el Congreso. Y lo más importante: ¿qué pasará si rechaza la restitución del mandatario?
«Es un riesgo que la decisión sea negativa. Eso no queda claro, si eso se acepta como parte del acuerdo y si la no sustitución de Zelaya es aceptado por todas las partes y la comunidad internacional», explica a la AFP el analista político Efraín Díaz Arrivillaga.
«Es incongruente», sentencia el analista antes de agregar que «quedan muchas lagunas sujetas a mucha interpretación».
La negociadora de Micheletti, la magistrada Vilma Morales, aseguró que en caso de que el Congreso rechace la restitución de Zelaya, Micheletti «seguiría al frente del gobierno de unidad nacional». No está muy claro por qué Zelaya ha querido poner en manos del Congreso su regreso a la presidencia, cuando el 28 de junio, pocas horas después de que los militares lo sacaron vestido de pijama a punta de fusil, la inmensa mayoría de los diputados votaron a favor de la medida, calificándola de «sucesión constitucional».
Además, el Congreso de 128 legisladores, se encuentra en un receso en estos momentos que preveía finalizar después de las elecciones, ya que una parte de los diputados está en campaña buscando la reelección en los comicios del 29 de noviembre.
Pero nada impide convocar una reunión extraordinaria, dice Díaz Arrivillaga, quien asegura que «habría que apresurar esa decisión porque están encima las elecciones».
En el campo de Zelaya cunde el nerviosismo. «El Congreso Nacional debe convocar de forma inmediata una reunión extraordinaria para pronunciarse sobre el acuerdo», dijo el asesor del presidente depuesto Rasel Tomé.
«No les estamos pidiendo que se pronuncien por A o por B, sino que se pronuncien». Y advirtió: un rechazo a la restitución de Zelaya dejará «vigente el golpe de Estado». El texto sí incluye un calendario que prevé que «a más tardar el 5 de noviembre» se constituya un gobierno de unidad nacional que regirá hasta el traspaso de poderes a fines de enero al presidente que resulte electo en los comicios del 29 de noviembre.
«El procedimiento no está suficientemente claro, pero dadas las expectativas tanto internas como externas pueden estar jugando sólo esa carta», opinó Díaz Arrivillaga. Zelaya, que se declaró «optimista moderado» tras el acuerdo, subrayó a la AFP que su regreso a la Casa Presidencial hondureña «tiene que ser mucho antes de las elecciones para poder validarlas». Mientras tanto, el líder derrocado continua refugiado en la embajada de Brasil. Y es que si sale corre el riesgo de ser detenido por la justicia que lo acusa de 18 delitos, ya que el acuerdo alcanzado dejó fuera una amnistía o la moratoria de los procesos iniciados.
Comentarios