Australia y Francia juegan por la corona

Los "Wallabies" quieren un nuevo título y los galos el primero.

Los seleccionados de Australia y Francia se enfrentarán hoy en la final de la Copa del Mundo de Gales, donde los «Wallabies» buscarán su segunda corona y el equipo galo llevar por primera vez a Europa el título que en las tres ediciones anteriores hegemonizaron las potencias del sur del planeta.

Será la segunda final mundialista para ambos seleccionados, ya que Francia perdió la de 1987 ante Nueva Zelanda y Australia ganó el certamen de 1991, tras vencer a Inglaterra.

El encuentro se jugará en el «Millennium Estadium», de Cardiff, con el arbitraje de Andre Watson, (Sudáfrica) y comenzará a las 12 (de Argentina). Televisará ESPN para el interior.

Australia, que eliminó en semifinales a Sudáfrica 27-21, llega como favorito donde esperaba encontrarse con sus eternos rivales neozelandeses, víctimas de su propia pasividad y del enorme partido de los franceses en la semifinal que ganaron por doce puntos (43-31).

Empujados por ese triunfo histórico, su actuación ascendente y el compromiso de defender el honor europeo, los «Blues» intentarán volver a descorchar el rugby-champagne para quedarse con su primer título mundial, algo que parecía imposible cuando casi se les da vuelta la historia en cuartos de final ante Los Pumas.

El partido promete ser de alto vuelo, con el juego dinámico de manos que profesan ambos equipos, por el poderío goleador (20 tries apoyó Francia, 21 Australia) y por individualidades que pasan por un buen momento y son capaces de desequilibrar en cualquier maniobra.

La euforia se apoderó de los aficionados europeos

Francia está eufórica ante la final que su equipo nacional de rugby disputará hoy frente a Australia en Cardiff, un hecho que hace recordar al Mundial de fútbol del año pasado, cuando la selección local, que no era favorita al título, superó a Brasil.

Las risas también acompañaron este año los primeros pasos del equipo de rugby, al que pocos veían como ganador y ya está en la final tras un partido estelar frente a los temibles All Blacks, un resultado «milagroso», «prodigioso», «increíble», según la prensa.

Una agencia de viajes de Lyon, que propuso 20 plazas con viaje y hotel incluidos, recibió entre 500 y 700 llamadas en unas horas y tuvo que descolgar el teléfono.

Una radio de información general de Toulouse, que emite en todo el sur del país, bastión del rugby francés, ha abierto una página en Internet para que aquellos que lo deseen dirijan comentarios y gritos de ánimos que serán entregados a los miembros del equipo nacional antes del «choque» frente a los australianos.

El triunfo ante Nueva Zelanda hizo exclamar «qué partidazo» a un primer ministro, Lionel Jospin, que raramente se despeina, y que mereció «toda la admiración» del presidente galo, Jacques Chirac.

Un paso al costado

El entrenador John Hart renunció ayer a su cargo en el seleccionado de rugby de Nueva Zelanda, los All Blacks, en virtud de no cumplir con la expectativa que lo indicaba como seguro campeón en el Mundial que se está definiendo en esta ciudad.

Nueva Zelanda fue vencido por 21-43 por Francia en la semifinal disputada el domingo y volvió a perder el jueves ante Sudáfrica (18-22) en el partido por el tercer puesto.

«Es una decisión que he venido considerando durante algún tiempo. Había llegado a la conclusión de que ya era tiempo para hacer algo nuevo. La derrota ante Francia significó para mí vivir un día muy triste, el más triste de toda mi carrera en el rugby», señaló.


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