Autos voladores en el Salón de Ginebra

Vehículos eléctricos, autónomos y nuevos diseños de modelos más terrenales se cruzaron en una de las citas europeas más relevantes en materia automotriz. Se destacó por sobre todos el PAL-V, una mezcla de auto convencional y helicóptero.

El Salón de Ginebra, uno de los más importantes a nivel mundial, cerró sus puertas ayer y dejó mucha tela para cortar en un momento que la producción automotriz encara uno de sus desafíos más profundos en lo que hace a las nuevas formas de ver el futuro del sector.

Por un lado hay un cambio muy fuerte en la movilidad a partir de la suplantación de los combustibles fósiles por energías alternativas, entre las que se posiciona con mayor fortaleza la eléctrica.

Pero también aparecen en escena proyectos muy avanzados que por ahora nadie sabe a ciencia cierta cuál será su destino y si lograrán imponerse en el mercado. Uno de esos proyectos se presentó en el Salón de Ginebra y consiste en un auto volador.

El desarrollo del vehículo que recibe el nombre PAL-V Liberty corresponde a una compañía holandesa.

“Los autos voladores son cosa común en las películas y a partir del próximo año serán realidad”, declaró Robert Dingemanse, director general de la compañía que fabrica el PAL-V Liberty.

El vehículo es una combinación de un auto y un helicóptero y tiene tres ruedas y dos puertas (ver más info y video en Río Negro Online).

El PAL-V Liberty es uno de varios autos voladores que están siendo desarrollados en distintas partes del mundo, como es el caso del Transition -un vehículo de dos asientos con alas plegables fabricado por Terrafugia, compañía con sede en Estados Unidos. Está también uno que despega y aterriza verticalmente, desarrollado por la firma alemana Lilium.

Según el diseño, el PAL-V tendrá una velocidad máxima en tierra de 170 kilómetros por hora y en el aire de 180 kph.

Al tocar tierra se repliegan el rotor del techo, el propulsor trasero y la cola, y se transforma en un auto en 10 minutos.

“El PAL-V es un aparato curioso que alguien podría comprar además de su automóvil, así que quizás se vendan unos cuantos”.

Carlo van de Weijer, director de tecnología en la Universidad de Eindhoven.

Datos

Según el diseño, el PAL-V tendrá una velocidad máxima en tierra de 170 kilómetros por hora y en el aire de 180 kph.
Al tocar tierra se repliegan el rotor del techo, el propulsor trasero y la cola, y se transforma en un auto en 10 minutos.
“El PAL-V es un aparato curioso que alguien podría comprar además de su automóvil, así que quizás se vendan unos cuantos”.

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