Por el viaje más importante

Cecilia Collueque y Daira Marin contracorriente. Las roquenses buscan fondos para afrontar sus citas internacionales.

La primera vez que Cecilia Collueque se lanzó al río Negro junto a su padre para correr la Regata más larga del mundo, no imaginó que el bote, sus brazos, el agua y su corazón se unirían para siempre. La argamasa de todos esos componentes dio a la luz a una deportista comprometida, apasionada y que hoy a los 32 años desea saber si todavía es competitiva.

Para encontrar una respuesta a ello, nada más acertado que hacerlo ante las mejores. El Mundial de Canotaje de Maratón de Brandenburgo, Alemania, que se corre entre el 16 y el 18 de septiembre se ajusta perfecto para despejar el interrogante.

Mientras, trabaja a destajo, no sólo preparando su cuerpo, sino también buscando los recursos económicos para estar presente.

“No sólo hay que entrenar duro, sino también está la incertidumbre por saber si voy a contar con el dinero necesario para poder ir a competir”, Cecilia y el doble rol que debe cumplir.

Collueque aún está en una etapa general de su preparación, antes de comenzar con el trabajo más puntilloso pensando en la prueba.

La roquense ya tiene experiencia. Fue en Roma en el 2012, aunque por unos problemas físicos no pudo completar la prueba.

“Fui a probar a ver qué era el maratón. Hasta ahí, y después también, sólo había competido en canotaje de velocidad. Lo hice hasta el 2014”, explicó Collueque.

Pero llegó febrero de este año, en Concordía (Entre Ríos), y en el selectivo para acudir a Brandenburgo, Collueque se clasificó para competir en K-2 junto a Lorena Ibáñez. No sólo eso. En mayo durante el campeonato argentino, en Patagones, Cecilia obtuvo el cupo para correr en K-1.

“El sábado 17 (de septiembre) se corre el K-1 y al día siguiente es el turno del K2 para una distancia de 26 kilómetros en cada una de las pruebas. Todavía no tenemos mucha información sobre el circuito, pero esperemos que sea en aguas calmas”, explica Collueque, quien no teme demasiado sobre las condiciones dónde se desarrollará la prueba, sino contra quiénes.

“Hay competidoras muy fuertes. Hay que aspirar a andar lo mejor posible. Van a estar la mejores del mundo”, aseguró Cecilia, quien será una de las dos argentinas en K-1, la restante será la neuquina Florencia Llosa. En el K-2, junto a Ibáñez será el único bote nacional.

Tan importante como lo deportivo es el tema económico para Cecilia, de cara al Mundial en Alemania. Por eso, junto a Daira Marín, están realizando numerosos eventos a fin de completar el presupuesto necesario. “Estamos tratando de recaudar los fondos fundamentalmente para los pasajes, porque hay que sacarlos cuánto antes”, indicó.

Mientras, Cecilia entrena y espera por una ayuda económica que le permita cerrar los números y seguir soñando con el mundial. “En el 2002 corrí la primera Regata del río Negro con mi papá (Oscar Collueque). No pudimos terminar, pero al año siguiente nos preparamos mejor y llegamos a Viedma”.

Ahora quiere llegar a Alemania y el ansia de medirse con las mejores no le deja bajar los brazos.

Daira Marín no sabía lo que era nadar en serio hasta los 12 años. Antes de eso jugó al básquet, probó con la gimnasia artística, el taekwondo y la danza contemporánea.

“Yo veía a mi hermano que jugando al básquet se iba a todos lados. Y como quería que me pasara lo mismo que a él, probé con la natación a ver si podía tener esa suerte”, rememoró esta roquense, que por estos días lucha por hacer el viaje más importante de su corta carrera: poder ser parte el próximo 4 de septiembre de la Capri-Napoles.

“Cuando era chica hacía muchas cosas y mis padres siempre me decían: una menos. Cuando empezaba el año negociábamos y debía dejar alguna cosa porque sino no me daban los tiempos. Incluso me cambié de escuela para tener la tarde libre para hacer deportes”, indicó Daira.

“Cuando empecé natación en Del Progreso, a los dos meses me invitaron a un Provincial a Bariloche. Pude viajar…”, bromeó la joven nadadora.

“La verdad es que comencé de grande. Pero con el tiempo, con disciplina y ganas, fui mejorando. Siempre había nadado en pileta hasta que a los 14 años me anoté en el Desafío al Canal Grande. Me largué para la distancia de 2.200 y gané. Después de ese día, decidí nadar en aguas abiertas”, recordó.

Las pruebas de largo aliento comenzaron a ser las predilectas de Daira, como aquel maratón que organizó Del Progreso y estuvo más de nueve horas nadando. O como cuando en Córdoba participó de la Morrison-Bell Ville, una carrera de 30 kilómetros que ganó con apenas 18 años.

En Córdoba conoció a Guillermo Bertola, reconocido nadador de aguas abiertas, con quien comenzó a entrenar. “Allá aprendí mucho pero decidí volver a Roca este año y me puse a las órdenes de Andrés Montalti”, contó Daira, que en septiembre afrontará el desafío más importantes de su corta carrera.

“La Capri-Napoles es la última fecha del Grand Prix del circuito mundial de aguas abiertas. Hay que cubrir 36 kilómetros”, explicó Marín. El calendario del Grand Prix se extiende a lo largo de seis fechas, de las cuales dos corresponden a Argentina: la Santa Fe- Coronda y Villa Urquiza, que este año no se realizaron por la fuerte crecida del Paraná.

“Espero poder cumplir con mi sueño de participar. La organización de la prueba me aceptó por mi curriculum. Es una carrera de mucho nivel y en una distancia donde me siento muy cómoda. Ojalá pueda conseguir los recursos para estar”, dijo Daira, que junto a Cecilia Collueque, están promocionando eventos en pos de conseguir el dinero necesario para asistir a las citas internacionales.

“El Municipio y el Gobierno provincial nos dijeron que iban a ayudarnos”, apuntó Daira, y el rostro se le ilumina con la posibilidad de estar allí, en Italia.

Anotadores

desde el agua

fue el bautismo en el agua de Cecilia, cuando tomó parte de la Regata del río Negro.

Datos

“Mi idea era correr una sola prueba, no las dos. Pero le tengo ganas al desafío del K-1. Hay posibilidades de andar bastante bien”
Aseguró Cecilia, que se tiene toda la confianza para realizar una gran labor.
“Espero poder cumplir con mi sueño de participar. La organización me aceptó por mi curriculum. Es una carrera de nivel”
Daira se mostró ilusionada con la posibilidad de competir en Italia.
El 22 de agosto en el casino de Roca, se realizará una cena show para que Cecilia y Daira puedan concurrir a sus mundiales. El valor de la tarjeta es de $290.

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