Bachelet busca recuperarse del duro golpe que le dio la derecha
El gobierno chileno enfrenta ahora un Congreso hostil con el que debe negociar.
Los partidos de centroizquierda chilenos cerraron filas en torno a la presidenta Michelle Bachelet, que sufrió su mayor derrota política, luego de que el Senado destituyera a la ministra de Educación, Yasna Provoste.
Sin embargo, los expertos creen que el gobierno está ante una nueva mayoría legislativa adversa y deberá continuar en la búsqueda de acuerdos con ese sector. A la vez, la presidenta buscará convertir la derrota en triunfo en las próximas elecciones municipales en octubre, intentando dejar en evidencia ante la ciudadanía la actitud beligerante de la oposición derechista desde su asunción.
Tras una reunión de urgencia, los líderes de los cuatro partidos oficialistas prometieron cesar las peleas internas que han cruzado al gobierno, para ratificar en los comicios municipales de octubre la mayoría que mantienen desde 1990 con 14 victorias electorales.
«La gran lección es que la única posibilidad que tiene la Concertación, de enfrentar este trago amargo, es hacerlo con unidad», resumió el se
nador socialista Camilo Escalona . En ese marco, los líderes políticos previeron un endurecimiento del cuadro político, marcado por el deseo de la derecha de vencer en las urnas tras 44 años de derrotas. «Lo sucedido me recuerda cuando la derecha, sin tener la mayoría, tenía el poder (durante la dictadura militar) y era una derecha brutal y despiadada», sostuvo el senador Guido Girardi, presidente del Partido por la Democracia.
El presidente de la opositora Unión Demócrata Independiente, senador Hernán Larraín, calificó de «extremista» la reacción del oficialismo. No obstante, reconoció que hay «un antes y un después» en la relación con el gobierno, pero descartó que su sector bloquee futuros acuerdos legislativos para ahondar la crisis, a dos años de comicios presidenciales y parlamentarios.
La caída de Provoste, la primera de un ministro por decisión del Senado desde el retorno a la democracia en 1990, fue motivada por la acusación en su contra promovida por la oposición. El libelo denunciaba la existencia de desórdenes contables por 570 millones de dólares en el traspaso de subvenciones a colegios privados de la capital.
La alianza derechista integrada por dos partidos políticos se ha fortalecido en los últimos meses al lograr la mayoría en ambas cámaras legislativas al obtener al apoyo de un grupo de diputados y senadores disidentes que se marginaron del oficialismo El analista Patricio Navia afirma que este nuevo escenario no cambia sustancialmente la ya debilitada posición de Bachelet. «Los problemas no son del Congreso o de que hay una mayoría de oposición. Los problemas de manejo y errores estratégicos son de Bachelet», explicó . «La pérdida de mayoría en el Congreso es más un síntoma del problema que un problema en sí», añadió.
(DPA/AFP)
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