BACKSTAGE

La mayoría se reunió en el edificio de «Río» Negro». Los menos, fueron directamente al club del Personal de la Editorial para, asado mediante, disfrutar de una jornada a pleno sol al borde de la pileta. La producción periodística y fotográfica con los mejores deportistas de la provincia estaba en marcha.

Como era de esperar, se fueron juntando de acuerdo a sus deportes. Así se vio como Sergio Barotto e Iván Maida -los más puntuales- comenzaron a cambiar opiniones acerca del automovilismo. Cuando llegó Javier Romera ya volvían con sus bolsos para las fotos. «¡Felicitaciones!», exclamó Romera antes de abrazarse con los dos campeones argentinos. Maida los miraba y no emitía palabra hasta que largó: «Mirá si los tres hubiéramos salido campeones, sería algo inédito para Roca».

Entre gaseosas y una «picadita» fueron mezclándose con el resto hasta que Barotto se prendió en una animada charla con los jugadores de fútbol, sin importarle el calor y el buzo antiflama que tenía puesto.

El resto esperaba en el quincho su turno para salir a escena. En eso apareció Daniel Fontana, sonriendo pero cansado después de manejar más de cinco horas desde Bahía Blanca porque no quería perderse esta oportunidad.

Mientras, Pablo Batalla confirmaba por teléfono desde el aeropuerto de Neuquén que lo esperaran porque recién había llegado de Buenos Aires y también quería ser parte de la reunión. «Paso por casa a saludar a mi familia y voy para allá», dijo. Y cumplió.

Una vez terminada la primera sesión fotográfica llegó la hora del asado y allí comenzaron a contar sus anécdotas Sebastián Salomón, el «Ruso» Homann, el «Bachi» Iachetti…

Cayó la tarde y la «banda cipoleña» seguía tomando sol, disfrutando de una jornada libre y hablando de todo, como suele suceder cuando se juntan viejos amigos.

En Viedma ocurrió algo similar. Javier Correa y Diego Rosati, los mayores del grupo, pusieron sobre la mesa sus experiencias, Lucas Pérez y Vanesa Pittao un poco más de timidez. Las bromas fueron casi exclusividades de Miguel Correa.

Pero entre experiencias vividas y comentadas siempre surge el tema del apoyo y la organización en aquellos deportes que no reciben la máxima atención popular.

En este sentido el mayor de los Correa recordó que «este año me tuve que manejar solo y eso me enriqueció como persona. Y «aunque no debe ser así», le ve el lado positivo: «me enseñó para manejarme mejor el próximo año».