Baja la mortalidad infantil pero aún hay casos evitables

VIEDMA (AV).- Aunque la tasa de mortalidad infantil no genera sobresaltos, en líneas generales, dentro de los hospitales públicos rionegrinos, un informe oficial da cuenta de que un buena cantidad de casos se pudo haber evitado. La evaluación técnica de las denominadas “Estadísticas Vitales Hospitalarias 2011”, a las que tuvo acceso “Río Negro”, se hizo teniendo presente que esta última medición determinó 6.709 niños nacidos vivos y 49 defunciones; arrojando una tasa de 7,3 por mil. Aun cuando este último guarismo se presenta en baja respecto de notificaciones de años anteriores (un 9 por mil o dos dígitos), el documento concluye en que “una mejor atención del embarazo y parto de la madre, y la atención del niño fallecido desde su nacimiento hasta los 27 días de vida (40 son casos denunciados de defunciones neonatales)” hubieran sido las alternativas válidas para no llegar a semejante desenlace. El 75% de este grupo podría haberse reducido, sostiene la estadística elaborada en base a datos aportados por el Registro Civil que administra las cifras de nacimientos y decesos. El informe categorizó el grupo de “reducibles por prevención, diagnóstico y tratamiento oportuno del embarazo”, mencionando que varias muertes se debieron a “trastornos relacionados con duración corta de la gestación y bajo peso al nacer”, “dificultades respiratorias del recién nacido, “sepsis bacteriana”, afectación en el embarazo múltiple y “sífilis congénita”. En el grupo de “reducibles por prevención, diagnóstico y tratamiento oportuno del parto”, se produjeron fallecimientos por “hipoxia intrauterina” y “síndrome de aspiración neonatal”. La categoría de “reducible por prevención, diagnóstico y tratamiento oportuno del recién nacido” estuvo principalmente asociada a la “enterocolitis necrotizante del recién nacido”. En el caso de las defunciones posneonatales (nueve en total durante el año pasado), analizadas según parámetros de disminución, el relevamiento determina que cerca del 89% se hubieran evitado mediante prevención y tratamiento de los niños de entre 28 y 365 días de vida. La mayoría de los decesos que pudieron preverse se debieron a “muertes súbitas” ocurridas en los domicilios particulares, indica el informe. Se denomina defunción infantil a la muerte de niños o niñas dentro del primer año de vida, desde el parto hasta el día 364. La neonatal se sitúa en los primeros 27 días (precoz de cero a seis días y tardía de siete a 27), mientras que la posneonatal representa el fallecimiento de niños de entre 28 y 364 días. La publicación de este profundo análisis técnico se conoció recientemente, tomando como punto de estudio el desempeño en los establecimientos oficiales de complejidad VI y IV; es decir Viedma, Bariloche, Cipolletti, General Roca, Allen, Choele Choel, Cinco Saltos, Villa Regina, Catriel, El Bolsón, General Conesa, Ingeniero Jacobacci, Río Colorado, San Antonio Oeste, Sierra Grande y Valcheta. El estudio tiene presente un conjunto de factores que influyen y determinan su nivel: biológico, demográfico, social-económico, cultural, ambiental, de atención de la salud y geográficos. La influencia de estos factores difiere según la edad de los menores de un año. En la neonatal prevalecen aquellos vinculados con las condiciones perinatales como la atención de la salud (de la madre, control del embarazo, cobertura del parto y del niño durante los primeros días). En la posneonatal reúnen mayor impacto las condiciones ambientales y social-económico sobre la salud del niño.

La enterocolitis necrotizante del recién nacido es la principal causa de muerte en los primeros días de vida.

Estadística oficial en Río Negro


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